El rosarino Marcelo Herrera y su ayudante Pablo Ramallo Oliva fueron los representantes de la provincia de Santa Fe en la segunda edición del Campeonato Federal del Asado, y dejaron bien parada a la tierra donde se come la mejor carne del mundo. La pareja se quedó con el primer lugar y fue ovacionada por una multitud que se congregó en plena avenida 9 de Julio, junto al Obelisco.

El "secreto" de los asadores fue preparar las costillas y el vacío con "una costra con especias y sal, para que penetrara en la carne" y "una sola brasa, con poco carbón y más leña", explicaron Herrera y Ramallo tras recibir su premio.

"Estoy muy emocionado. Esto es algo enorme para mí", expresó Marcelo Herrera, de 42 años, quien aseguró haber llegado a Buenos Aires con "mucha fe en ganar" y "muy confiados por el apoyo del equipo de trabajo". 

Oriundo de Rosario, Herrera es trabajador gastronómico desde hace 27 años y, gracias a su experiencia en la parrilla, viajó a países como Chile e Italia para trabajar como asador.

Emocionado por el premio, el maestro ganador dijo no ser consciente de lo que logró: "Creo que recién mañana voy a caer en la cuenta de que le gané a 23 provincias".

Otro de los aspectos que, aseguró, ayudaron a su triunfo fue que el jurado le dio la posibilidad de que él optara por hacerles degustar el vacío y el asado de costilla. "Yo les miraba las caras y me decían que estaba bien la carne. Todos me puntuaban con 10 o 9 puntos", dijo.

Respecto de los consejos para preparar un asado, Herrera aclaró que "depende del corte y del tamaño de la pieza". 
"Hay que cocinarlo lento para que la carne no pierda sabor y nunca hay que pincharla, siempre hay que trabajar con pinzas para que la carne no pierda el sabor", cerró.

El campeonato fue organizado por el programa "BA Capital Gastronómica" del gobierno porteño, que busca impulsar a la Ciudad de Buenos Aires como la capital gastronómica de América Latina, y tiene como objetivo la promoción y el desarrollo gastronómico para generar más turismo, empleo y desarrollo económico. Pero el premio, en tierra porteña, fue a parar a manso santefesinas.