El radicalismo en la provincia de Santa Fe -y puntualmente en Rosario- ha demostrado una atomización enorme que terminó de aflorar en el cierre de la lista a concejales. Desde un sector autodenominado "tradicional" de la UCR anunciaron que no se presentarán para las Paso, y además, cargaron contra el resto de los radicales que hoy abrevan en el Frente Progresista, en Cambiemos, o en el Frente Renovador, y llaman a no votar por ninguno de esos.

“Radicales en el Frente Progresista. Radicales caídos de las listas del Frente Progresista. Radicales con el PRO. Radicales con Massa. Radicales en otros frentes y partidos… y radicales que usan la Lista 3 en su propio beneficio”, despotricó Omar Paredes, apoderado de la Lista Tradicional UCR.

El comunicado es un tiro por elevación, entre otros, al concejal Martín Rosúa, quien realizó su presentación como cabeza de lista de la histórica Lista 3 -toda una marca en el folclore ucerreísta-, que finalmente será la única que competirá fuera de cualquier frente o alianza.  

“Luego de considerar la situación en la cual ha quedado la UCR rosarina por la acción de sus principales dirigentes y esta división inútil y lamentable, hemos llegado a la conclusión de que nuestra participación electoral solo beneficiará la ecuación de aquellos que medran con el sello partidario”, afirma.

Para finalizar, Paredes demuestra su postura de cara a las elecciones: “Un voto a favor de “esta” UCR es un voto en contra de la democracia. Abstención para terminar con el régimen falaz y descreído. La UCR no es un sello de goma para garantizarle el sueldo a sus dirigentes”.