“Primero e inevitablemente una siente mucha bronca de que la televisión sea un escenario donde se pueda hablar con tanta displicencia y con tanto odio hacia un grupo de personas solamente por el hecho de existir, ¿no?”, dijo la concejala Luz Ferradas a este medio un día después de que las declaraciones gordo-odiantes de Alberto Cormillot hagan explotar las redes sociales. Ferradas denunció las declaraciones del médico en la Defensoría del Público y sostuvo que lo que ocurrió “fue terrible” porque violenta a las mujeres de muchas maneras: desde el estigma y discriminación a los cuerpos gordos hasta la naturalización de las situaciones de acoso.

Para Ferradas, lo que sucedió este miércoles es una demostración de que “la tele no aprendió nada”. “Yo no puedo creer cómo en ese momento no hubo una respuesta inmediata de quienes estaban ahí. Tampoco las hubo después, ni del canal ni de la conductora. Nadie pidió disculpas por haber brindado el escenario para que este discurso se pueda ver masificado”, subrayó. “Esta mañana hice la denuncia en la Defensoría del Público para que sepan que estamos viendo y que estamos atentas y que no lo vamos a tolerar”. 

Luz Ferradas es activista gorda, feminista y concejala del bloque Ciudad Futura. Desde cada uno de esos lugares entiende que el gordo-odio es un discurso que “hay que combatir desde lo cultural y discutir desde lo personal” y frente al cual el Estado tiene que tratar de generar herramientas “para no naturalizarlo”. En ese sentido, la concejala tiene presentados en el Concejo Municipal dos proyectos que apuntan al derecho a vestirse que tienen todas las personas de todos los tamaños. 

A fines de 2021, el Concejo Municipal aprobó el proyecto "Acá entramos todes", un programa de incentivo de descuentos en tasas municipales para aquellos comercios que ofrezcan prendas en por lo menos seis talles. Ferradas presentó este año y en la misma línea, otro proyecto, el que crea "Romper el molde", un programa de incentivos para que los productores y productoras de indumentaria locales se comprometan e interesen en la producción de ropa respetando todas las mediciones de talles. 

"Lo que buscamos es premiar de alguna manera a aquellos que colaboren con algo tan básico como el derecho que tienen todos los cuerpos de vestirse sin importar su dimensión", explicó la edila. "Los cuerpos gordos queremos vestirnos. Y queremos también que la moda sea una posibilidad de expresión como es para otros cuerpos, no estar relegadas a vestir colores neutros o ropa pensada para gente grande. Los cuerpos gordos tenemos que todavía escondernos, tratar de llamar la atención lo menos posible, y si podemos estar adentro en nuestras casas todavía mejor".  

Según la encuesta realizada en 2021 por la asociación por la diversidad corporal Anybody, el 63 por ciento de las personas encuestadas plantea tener problemas para encontrar un talle adecuado. La misma encuesta indica que "el sentimiento más recurrente entre las personas con dificultad para encontrar talles es la tristeza porque el cuerpo no en caja en la ropa deseada". El 55 por ciento de los encuestados coincidió en que no encontrar talles les lleva a cuestionar su cuerpo.

Otro mandato de género

La concejala Ferradas relaciona su activismo en este tema con la militancia feminista. Fue en los Encuentros Plurinacionales de Mujeres y Disidencias en los que se encontró con los espacios para reflexionar sobre los discursos y patrones relacionados a la belleza y su relación con el patriarcado. "Si bien los hombres gordos también sufren discriminación y obstáculos, este tema está muy atravesado por una cuestión de género. Las mujeres gordas somos señaladas desde que nacemos por ir en contra de otro de los mandatos que debemos cumplir por ser mujeres, el de la belleza y el de encajar en un estereotipo", reflexionó con este medio. "Si no lo cumplimos somos víctimas de una serie de violencias destinadas especialmente a nuestras corporalidades."