En un barrio de Villa Gobernador Gálvez, los vecinos tienen una singular costumbre para recibir el Año Nuevo: disfrazarse y armar un festejo espontáneo y colectivo. Como lo hicieron este miércoles 1º, cuando algunos ganaron la calle, en Avellaneda al 2100, vestidos como mujeres, divertidos y dispuestos a las cámaras fotográficas.

Por una vez, Villa Gobernador Gálvez le ganó al lugar común de la agenda periodística de reflejarla sólo en noticias sobre violencia urbana. Esta vez la nota la dan estos vecinos con su particular costumbre. 

Según una vecina de aquel barrio, el carnaval de bienvenida se realiza desde hace tres años. Los hombres disfrazados de mujeres con pelucas coloridas se suben a los colectivos, paran los autos y bailan con las familias al son de la música.

“Son todos hombres de 45 a 50 años, trabajadores, y se disfrazan para divertir un poco a los villagalvences”. Después de un rato de bailes en la vía pública, el grupo de pícaros “marcha” hacia el centro de la ciudad vecina con pancartas relacionadas a los derechos de la comunidad LGBT, como “subsidio y jubilación”. ¿Qué dirán los travestis de sus inusuales defensores? De cualquier modo, nadie les quita lo bailado.