El jefe del Estado Mayor General del Ejército, César Gerardo Milani, pidió este martes su pase a retiro efectivo.

El teniente general argumentó "razones estrictamente personales", según precisó el Ministerio de Defensa a través de un comunicado del Departamento de Prensa.

Cuando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner designó en su puesto a Milani, en 2013, se generó una intensa polémica entre el oficialismo y la oposición, lo que obligó a demorar varias veces su designación formal en el Congreso de la Nación. 

Pero la polémica no quedó ahí. El jefe castrense era duramente resistido hasta incluso dentro del propio kirchnerismo por las denuncias que acumula de haber tenido una activa participación entre los grupos de tareas de la represión ilegal desplegada en los ‘70 por la dictadura cívico militar.

El caso más resonado se registra en Tucumán. Allí se investiga la responsabilidad de Milani en la desaparición del conscripto Alberto Ledo. En ese marco, el fiscal federal Carlos Brito, pidió el llamado a indagatoria del jefe del Ejército. Lo acusó de haber falsificado el sumario de deserción de Ledo. La intención habría sido ocultar su secuestro y el posterior asesinato, por lo que también lo acusó de haber encubierto el crimen del conscripto.

Además, Milani está imputado en una causa judicial en La Rioja por presuntas torturas a Ramón Alfredo Olivera y su padre. Según la denuncia ambos fueron detenidos ilegalmente por Milani en 1977 y fueron golpeados y hostigados. Y debe responder en una causa por enriquecimiento ilícito. La denuncia señala que en 2010 Milani declaró un patrimonio de $ 1.494.610 y que en 2011 declaró 1.785.880 pesos, cuando su sueldo era de 14.000 pesos mensuales en 2010 y 15.000 en 2011.