Es un engaño de escala mundial, y lo reconoció la propia empresa. Volkswagen (VW), la firma alemana de autos, manipuló cerca de once millones de autos en todo el mundo para poder superar con éxito los controles de emisiones contaminantes. Ahora el gobierno de Berlín ha constituido una comisión especial para investigar este fraude de una de sus industrias insignia cometido en perjuicio de los consumidores del mercado norteamericano.

Así lo confesó el lunes por la noche el director ejecutivo de la compañía en Estados Unidos, Michael Horn. “Nuestra compañía fue deshonesta con la EPA (Agencia de Protección Ambiental de EE.UU.) y el comité de Recursos del Aire de California, con todos ustedes (...) la embarramos totalmente”, dijo Horn en un evento en Nueva York.

La manipulación se realizó específicamente en el software de los vehículos, programado para detectar las inspecciones de la EPA y reducir el valor de las emisiones en el proceso. Una vez superado el “test”, el auto volvía a su funcionamiento normal, aumentando las emisiones hasta un 40%.

Los vehículos afectados por esta modificación deshonesta de la empresa son modelos diésel fabricados entre 2009 y 2015, tanto de la marca VW como Audi. Concretamente, los modelos Jetta (2009-2015), Beetle (2009-2015), Audi A3 (2009-2015), Golf (2009-2015) y Passat (2014-2015).

Además de Estados Unidos, otros países como Alemania, Italia, Corea del Sur o Francia están exigiendo ya investigaciones para esclarecer esta mala práctica empresarial del gigante automotor.

VW es acusada de haber manipulado el sistema electrónico de varios de sus modelos para que sus registros de emisiones durante las pruebas se adaptaran a las disposiciones medioambientales norteamericanas.

Además del problema legal, la noticia terminó hundiendo las acciones de la firma alemana, en una caída que arrastró a las bolsas europeas. En Frankfurt, su valor se desplomó un 17%, empujando también al precipicio a otras automotrices como Daimler y BMW, que cayeron cerca de un 6%.

Según anunció la empresa, el escándalo llevó a la compañía a hacer un “profit warning” en la previsión de los beneficios de la empresa en el tercer trimestre, lo que significa que ya apartó 7250 millones de dólares para resolver este problema.