Ahora resulta que tomarse cinco minutos más una vez que sonó el despertador está mal. Claro, todos conocen la función de los despertadores que ofrecen, en versión digital y no digital, la posibilidad de apretar algún mágico botón que permite tener cinco minutos más en la cama, haciendo fiaca, demorando lo inevitable. Pero no, dicen los expertos que no hay que hacerlo, que está mal, muy mal. Lo que en teoría era una buena idea para tener un gran día desde el arranque es en realidad una cruel mentura. 

Según una encuesta llevada a cabo en Reino Unido por un equipo del programa Body Positive, de la BBC, un 46 por ciento de las personas consultadas no se levanta cuando suena la alarma y prefiere quedarse en la cama, posponiendo la alarma, a menudo, no una vez si no varias veces.

El problema, sostienen los expertos, es que el cuerpo tiene ciclos de sueño que se ven afectados por la luz y por otros factores. Entonces, cuando uno se despierta y decide posponer la alarma unos 5 minutos para descansar mejor, en verdad el cerebro comienza de nuevo ciclo de sueño. Y cuando se despierta la segunda vez, varios minutos más tarde, es probable sentirse más cansado que la primera vez.

Aquí es cuando entran en juego los "mecanismos químicos" que tiene el cuerpo no sólo para dormir, sino también para despertar. Cuando se está por despertar la temperatura corporal aumenta, el sueño se vuelve más ligero y se liberan algunas hormonas, que proporcionan energía para empezar el día.

Además, según le dice a BBC Mundo Francisco Segarra, neuropsicólogo y experto en medicina del sueño, "el hecho de utilizar un despertador cada mañana 'corta' abruptamente el sueño y no es lo más recomendable". Al parecer se deberían dejar un par de días en la semana para despertarse cuando el cuerpo quiera, algo que no es posible para todos. 

Pero bueno, incluso para los que no puedan dormir cuanto quieran algunos días a la semana, el mejor consejo es que se sea fuerte y se despierte con el primer llamado del despertador: los beneficios serán muchos y además, según estos estudios, el cuerpo se tendría que sentir más descansado.