Después del fuego, vuelven a poblar la isla con hacienda
Lanchas jaula y barcazas con vacunos por los riachos de las islas entrerrianas volvieron en estos días al paisaje habitual del humedal entre Rosario y Victoria, según denunciaron desde el espacio Multisectorial Humedales. Esa revelación les confirma su hipótesis de que las quemas intencionales de pastizales son funcionales a la actividad ganadera en esos bañados del Delta del Paraná.
Ivo Peruggino es miembro de Mundo Aparte, una organización que rescata a los animales del humedal para liberarlos. En diálogo con este medio, confirmó: “En las últimas semanas estamos viendo barcazas que entran al humedal con vacas. Entran y salen constantemente. Eso arruina el ecosistema. También estamos viendo máquinas que están construyendo terraplenes, que son para evitar que se inunden las islas cuando el rio crezca”, aseguró. Con ese endicamiento artificial -que se denuncia desde 2008– el ecosistema se ve perjudicado porque las lagunas internas son sometidas a un proceso de escurrimiento, evaporación y, finalmente, desaparición.
“He ido a la isla y vi con mis propios ojos las barcazas. Es tremendo el beneficio que el humedal nos brinda –purifica el aire, renueva el agua dulce, atrasa al cambio climático- para hacerle semejante daño. Las quemas siguen y lo peor es que ya estamos viendo cómo sucede lo que advertimos a principios de año: que los dueños prepararon los terrenos para que el pasto reverdezca y alimente su ganado”.
Peruggino agregó que la bajante histórica que se registra en el Paraná durará un año más y eso –sostuvo– le permite a los ganaderos sembrar pasturas con tiempo suficiente sin riesgo de inundaciones.
Desde el espacio El Paraná No Se Toca, otro militante consignó: “La semana pasada vi la cantidad de ganado que hay, es impresionante como han llenado de vacas. Es sorprendente y a la vez era sabido que iba a pasar esto después de la quema y con la bajante”, dijo. Prefirió mantener su identidad en reserva.
Los activistas reclaman en consecuencia: “Es importante que se difunda esto: que Senasa o la Municipalidad de Victoria, (o no sabemos quién controla) dejen ingresar semejante carga al humedal después de todas las quemas del año, es un despropósito”.
Peruggino por su parte reflexionó: “La situación crítica que vimos todo el año sigue siéndolo, porque aunque los gobernantes de todos los niveles del Estado se manifestaron en contra de las quemas, no se hizo nada para prevenir los incendios, para apagarlos, ni para evitar que se sigan haciendo cosas sobre la tierra quemada”.
A esto agregó sobre el poder legislativo que “hasta ahora es extremadamente lento en tratar la Ley de Humedales”, y sobre el judicial, “pensábamos que era incompetencia, ahora ya pensamos que es cómplice, porque no hay todavía un catastro sobre las tierras, ni tampoco un solo detenido”.