Crece el consumo mundial de aceite de girasol e impulsa la siembra en Argentina
El consumo de aceites vegetales, entre otros el de girasol, registra en los últimos años un fuerte crecimiento y, de la mano del incremento de los precios y la mejora en los márgenes brutos al productor impulsan el aumento de área en la Argentina.
Entre las campañas 2002/03 y 2021/22, el incremento en el consumo global de aceites vegetales fue de 124%, destacándose los aceites de palma (+186%), girasol (+172%), colza (+123%) y soja (102%), resaltó la Bolsa de Cereales de Bahía Blanca (BCBB).
El aceite de girasol, con un 9% de participación, se ubica en 4º lugar, destacó la entidad bahiense.
En 2020, como consecuencia principalmente del aislamiento social a raíz de la pandemia por Covid-19, se observó un incremento a nivel global en el consumo de aceites vegetales de 1,7% interanual y, para el ciclo 2021/22, se proyecta una suba de 2,6%.
El aceite de girasol no fue la excepción, cobrando incluso mayor protagonismo en el mercado mundial en comparación con el resto de los aceites, proyectándose un aumento de 10,6% en su consumo global, resaltó la BCBB.
En línea con los aumentos en el consumo de aceite de girasol en los últimos 20 años, se observa un importante crecimiento en la producción y exportación -Ucrania (50%), Rusia (28,5%), Turquía y UE (5,6%) y Argentina (4,7%)-.
A nivel global, el principal consumidor es la Unión Europea -con 24,6% proyectado para el ciclo 2021/22-; y China (13,5%) e India (13%) desplazaron a Rusia (11%) al 4º puesto.
En la Argentina, la producción de semilla de girasol y, por ende, del aceite de girasol en la Argentina ha mostrado una caída y estancamiento en el período comprendido entre los ciclos 2002/03-2021/22.
Y el porcentaje de exportación del aceite de girasol pasó del 69% en la campaña 2002/03, tocando un mínimo de 36% en el ciclo 2012/13, hasta el 50% proyectado para la campaña 2021/22.
A pesar de la pérdida de participación del girasol en relación con sus competidores de la cosecha gruesa gruesa, la situación se mostró favorable a la hora de decidir los planteos de verano para el ciclo 2021/22.
Los atractivos precios internacionales del aceite, junto con la mejora en los márgenes brutos al productor, fueron factores clave en el aumento de área a nivel nacional del 13,8% interanual, hasta alcanzar las 1,65 millones de hectáreas.