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La realidad de los productores de Santa Fe se muestra distinta a la que indicó el gobierno nacional a través de sus funcionarios más importantes, como el ministro del Interior Rogelio Frigerio, o el de Producción Francisco Cabrera, durante el cierre del precoloquio de Idea Centro en la Bolsa de Comercio de Rosario.  Es el caso de los productores de frutilla, quienes advierten que si el grifo de importaciones se abre a fondo en las próximas semanas, cuando se largue la cosecha gruesa, la situación los complicaría.

Coronda es la zona de mayor producción de frutillas por excelencia, donde existen unos 115 productores, de los cuales sólo cinco son llamados “grandes”, y el resto se distribuye en campos menores a las 10 hectáreas. Estos productores pequeños son los que más complicada la tienen.

El miércoles pasado, al ser consultado por Rosarioplus.com por la apertura de importaciones de productos, como la frutilla, el ministro Frigerio aclaró que “no es discriminada” ya que sólo representó el 0.04 por ciento del total. Y luego dijo que si les alcanzan “datos concretos de sectores sensibles que están en peligro” lo iban a analizar.

Desde la Asociación de Productores de Coronda, su presidente Daniel Dib, aclaró ante la consulta de este medio: “Es poco lo que trajeron al momento, es verdad, pero esto sienta un precedente de que las industrias van a traer mucho más barato desde afuera que comprar en el país. Si llega a entrar en estos días, ahí sí nos va a afectar muchísimo porque estamos prácticamente en plena cosecha si no es por estos fríos”.

En la zona de Coronda la frutilla para consumo directo y como fruta estacionada se cosecha hasta fines de septiembre y luego, hasta mediados de diciembre, se cosecha para proveer a la industria. Respecto a esto, Dib señaló: “Puede ser que las fábricas comiencen a presionar para comprar barato, y ellos a vender barato y no perder frente a la importación”.

Números

La producción es de unos 8 millones de kilos por cosecha anual. Los frutilleros producen a un costo de 1,70 dólares el kilo, exportan a 1,80, mientras que los importadores la ingresan a menor costo: 1,30 dólares. Con estas cifras se demuestra la pérdida de competitividad.

De 23 toneladas importadas en 2015 se pasó a 110/120 toneladas en lo que va de este año, se informó desde el Observatorio de Importaciones compuesto por Fisfe y el Ministerio de la Producción provincial. Mayormente ingresa pulpa congelada de China, Polonia y Marruecos, y se destina a la elaboración de materia prima para productos como mermelada, gelatina, y helados, entre otros.

Justamente Dib fabrica pulpa para una cadena grande de helados y varias heladerías de Rosario, y la pérdida de competitividad lo preocupa. “Hay muchos productores pequeños que no saben cómo rebuscársela este año porque hubo algunos plantines malos, y tendrán que lidiar con el precio de venta”, finalizó.