La bajante del río también depara consecuencias económicas inéditas
Además del impacto ecológico, se suman las consecuencias productivas por la situación del río: "La participación del Gran Rosario en los embarques argentinos es la más baja en 23 años", señaló la Bolsa de Comercio.
Este miércoles, la Bolsa de Comercio de Rosario alertó desde su cuenta de Twitter sobre las consecuencias que tiene la bajante del Paraná para el sector productivo: "El nivel del agua del Río Paraná a la altura del Gran Rosario llegó en el 2021 a su marca más baja de los últimos 50 años, resintiendo gravemente los despachos desde el nodo", indicaron desde BCR. Y en la misma red social, se advirtió: " "La participación del Gran Rosario en los embarques argentinos es la más baja en 23 años".
En los últimos meses, por la merma en el caudal del Paraná, los barcos deben viajar con menos carga de la habitual, para no quedar encallados. Así, parte de la producción de granos que habitualmente se exporta desde los puertos del Gran Rosario, está saliendo desde Zárate o Ramallo, con la consecuente caída de ingresos para la región y la suba de costos en el flete para productores.
Según el informe brindado por la Bolsa, "la participación del Gran Rosario en los despachos totales cae de 78% en 2020 a 74% en 2021, el menor registro desde el año 1998. La bajante también impacta sobre el tonelaje que puede embarcarse por el Paraná. La carga promedio de los buques se ubicó en 30.427 toneladas en el último trimestre del 2021, un 10,7% por debajo de 33.724 toneladas del mismo período en el 2020".
Finalmente, la misma institución aseguró: "Comenzado el 2022, el panorama no es alentador. Los primeros días del año encuentran al Paraná de nuevo con una altura negativa respecto al registro de referencia, en -0,15 metros a la altura de Rosario al 3 de enero. Las proyecciones del Instituto Nacional del Agua para el 11 de enero se encuentran en -0,10 m, alcanzando -0,4 metros en el escenario más negativo y sólo 0,10 metros positivo en el escenario más prometedor. Como bien destaca el INA, las proyecciones continúan siendo desfavorables para enero y febrero. De no quebrar esta tendencia, el tonelaje cargado en los buques podría continuar resintiéndose, impactando en pérdidas millonarias para la exportación de productos agroindustriales argentinos".