La larga lista de aumentos para los rosarinos en el arranque del año
Los aumentos no dan tregua en el comienzo del 2018. Los rosarinos deberán desembolsar más dinero para el transporte público, la luz, la nafta, los peajes, el estacionamiento medido y las prepagas, entre otros rubros
El poder adquisitivo de la mayoría de los rosarinos mermó en los últimos dos años producto de una inflación que le ganó por amplio margen a los aumentos salariales. En 2016 superó el 40% y en 2017 rozó el 25%, pese a estimaciones oficiales que proyectaron cifras bastantes menores.
Para el 2018, la Casa Rosada estimó primero una inflación del 10%. Luego corrigió el número y lo elevó hasta el 15%. No obstante, los fuertes incrementos en distintos rubros durante las primeras semanas del año vuelven a poner en duda la exactitud del gobierno.
Los rosarinos deberán, por lo pronto, ajustar aún más sus economías ante una decena de aumentos que ya están sobre la mesa y otros proyectados para el futuro inmediato.
Desde este lunes utilizar el Transporte Urbano de Pasajeros (TUP) sale un 18,5% más caro. El boleto de colectivo subió de 9,70 pesos a 11,49. Esta modificación también alcanzó a las bicicletas públicas (sistema Mi Bici Tu Bici), con precios ligados al ticket de los buses urbanos (un boleto y medio). Esta tarifa trepó a los 17,23 pesos.
Utilizar el auto también se encarecerá. En las próximas horas la nafta subirá entre un 5 y un 7%. Se trata del tercer aumento desde octubre a esta parte, superando el 20% en los últimos cuatro meses.
La erogación será aún mayor si el viaje se realiza por la autopista Rosario-Santa Fe. Desde este martes rige un incremento del 75% en los dos peajes de ese corredor vial (de 20 a 35 pesos). La suba alcanza el 100% en los accesos a diferentes localidades.
Hoy la concesión está administrada por un fideicomiso a cargo del Banco Municipal, tras la recisión del contrato con Arssa, un emporio conformado por las firmas más importantes de la obra pública de Santa Fe que incumplió sistemáticamente con sus obligaciones e inversiones.
Los traslados por dentro de la ciudad también serán más caro con el aumento del estacionamiento medido. La tarifa se elevó en un 70% con el cambio de año.
Estacionar el auto en la zona abarcada por las calles Urquiza, 9 de Julio, Juan Manuel de Rosas y el bulevar Oroño cuesta ahora 22,50 pesos frente a los 13,25 del 2017. En el radio que va de Urquiza a Rivadavia y de 9 de Julio a Cochabamba, más calle Alvear, el costo subió a 14,50, seis pesos más que la anterior tarifa.
Más y más aumentos
Quienes sean dueño de un inmueble pagarán en enero una factura de TGI con un 33% de incremento, mientras que los inquilinos que quieran firmar un primer contrato o pactar una renovación sufrirán un alza de entre el 20 y 25%, según la estimación que hace el Centro de Estudios Sociales y Acción Comunitaria (Cesyac).
Los servicios básicos también serán más caros. El gas sufrió un incremento en diciembre (arriba del 40%) y si bien se esperan nuevos ajustes, aún no hay fechas ni montos establecidos. Distinto es el caso de la energía eléctrica que ya en febrero aumentará un 35% en Santa Fe. La boleta del agua, en tanto, recién llegará más abultada en el segundo semestre del año, con un aumento que superaría el 50%.
La salud no se salva de los tarifazos. El gobierno nacional autorizó un retoque de 4% para febrero, con un acumulado de 10% en los últimos meses. Los colegios privados también aumentarán sus cuotas en marzo con el comienzo del ciclo lectivo. Ningún ajuste será menor al 20%.
Tramitar el DNI o el pasaporte será más caro a partir de ahora. El trámite del documento pasará de 60 a 100 pesos, mientras que la obtención del mismo en 24 horas será de 1000 500 por envío a domicilio. Entre 2016 y 2017 se emitieron más de 15 millones de DNI, realizando un promedio de 30 mil documentos diarios.
El pasaporte sufrió un aumento del 73% en diciembre (de 550 a 950). En ambos casos, El Registro Nacional de las Personas (Renaper) justificó el aumento al asegurar que los nuevos valores son correlativos a los costos de producción. “El Estado no obtiene ganancias por la producción y emisión del documento”, explicaron.
La gran incógnita en materia de aumentos pasa por el rubro de la alimentación, el más sensible para los bolsillos de asalariados, pensionados y beneficiarios de asignaciones sociales. Para Marcos Aviano, titular del Cesyac, no debería haber ningún incremento hasta febrero o marzo, cuando podría sentirse la devaluación de diciembre.
“Si hay aumentos antes, nos están robando”, aclaró Aviano. La suba del dólar y el aumento del combustible no son buenos aliados para la estabilidad en el precio de los alimentos. “Con la reforma tributaria y las modificaciones en el IVA, el gobierno debería tener controlado este tema. Hay que ver qué pasa”, agregó.
Pero concluyó: “Lo que es seguro es que con este arranque el año asoma mucho más difícil de lo esperado”.