Los problemas que tiene que atender Argentina antes de acordar con el FMI
El economista Sergio Arelovich analizó la negociación que lleva adelante el país con el organismo internacional. Más allá de su pesimismo respecto a la posibilidad de un acuerdo, consideró qué cuestiones habría que modificar de raíz para lograr una salida de la crisis económica
El economista de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) Sergio Arelovich, analizó la situación de negociación por la deuda que Argentina Mantiene con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Más allá de las posibilidades que tiene el país para lograr un acuerdo en el corto plazo, sostuvo que la política debe encontrar puntos en común para efectuar modificaciones estructurales que le permitan mejorar sus dificultades económicas.
Arelovich no se mostró demasiado optimista respecto a un acuerdo a corto plazo, sino más bien lo contrario, y a su vez consideró que la recuperación económica no será suficiente si no existen transformaciones de fondo. Una de las cuestiones que propone revisar, tiene que ver con la formación de activos externos que están en el país pero fuera del sistema financiero. ¿Un ejemplo? La compra de dólares para ahorro.
En diálogo con Sí 98.9, el economista planteó su visión acerca del acuerdo con el organismo internacional y explicó: “Los vencimientos originales de capital no pueden atenderse con ninguna fuente existente a la vista. En estos días vence otra cuota de capital y es probable que se sigan extendiendo los intereses”.
A su vez consideró que es necesario atender la situación que atraviesa Argentina y planteó: “Además hay otros vencimientos, de otra deuda refinanciada por este gobierno que en algún momento hay que pagar. Lo claro es que no se puede pagar ni hoy, ni mañana ni pasado, con eso me refiero a este año, recién en 2026 habría una posibilidad de pensar en un plan a larguísimo plazo para poder pagar esta deuda”.
En definitiva, manifestó una mirada pesimista sobre la negociación y evaluó: “Yo creo que no se va a arreglar absolutamente nada, se puede diferir el acuerdo, pero con independencia de eso, uno tiene que saber qué puede y qué no puede en Argentina.”
Cambio estructural
A partir de este último concepto, Arelovich expuso los argumentos que lo llevan a pensar que, tanto para afrontar este acuerdo como así para tener un horizonte viable, Argentina tiene que realizar cambios estructurales.
“El país tiene ahora un superávit comercial, es decir que vendemos más al mundo de lo que compramos. Ahora, ese superávit así como entra, se esfuma, por varios motivos. Primero porque sigue reconociéndose en el derecho que cualquiera se puede llevar un pedazo de las reservas internacionales a su casa, por ejemplo con los dólares para ahorro por mes”, explicó.
Para modificar esta tendencia, el economista sostuvo: “Hace falta una política de desdolarización y retorno de la formación de activos externo a territorio argentino, que inclusive una parte está en el país. Si algunas estimaciones dicen que en Argentina hay entre 170 y 200 mil millones de dólares abajo del colchón, o sea fuera del circuito financiero, la pregunta es qué se puede hacer con eso. Bueno, tenés que estimular a que eso se revise, porque una cosa es tenerla fuera del sistema financiero y otra dentro del sistema pero en encajes”.
Respecto a este tema, insistió: “Si tenés 200 mil millones de dólares que están en el país fuera del circuito financiero, y no hacés nada, es algo imperdonable. Ese monto es enorme respecto al volumen de reservas existentes”.
Por otra parte, llamó a modificar algunas políticas productivas que adopta Argentina cuando retoma senderos de crecimiento. Lo analizó poniendo como referencia el caso de la industria automotriz: “Cada vez que Argentina se reanima, se reanima la industria automotriz y cada vez que se reanima la industria automotriz compramos un déficit brutal en términos comerciales, porque vendemos menos de lo que compramos en todo el complejo automotriz, es un capítulo a atender”.
En ese sentido, y para concluir, planteó: “Una política de largo plazo de sustitución de importaciones pasa a ser algo imprescindible, porque por ahora Argentina sigue siendo un país que exporta con bajo valor agregado con alta explotación del suelo”.
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