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El gobierno nacional anunció semanas atrás que seguirá sin informar operaciones individuales de importación en dólares durante 2018. A mitad del año pasado, Aduana y Afip dejaron de hacer públicas cifras que servían para monitorear el ritmo de las importaciones y evitar maniobras de competencia desleal (dumping).

Este apagón informático dejó a Santa Fe huérfano de estadísticas. La provincia se había convertido en una referencia en todo el país gracias al buen trabajo del Observatorio de Importaciones, una dependencia creada en 2016 dentro del ministerio de la Producción.  

La Unión Industrial Argentina (UIA) pidió normalizar la situación, al igual que Santa Fe, Córdoba, Mendoza y Chaco, cuatro provincias que elevaron notas para tener acceso a los datos del comercio exterior. La decisión de la Casa Rosada sigue siendo la de informar lo mínimo posible. 

En el nuevo esquema, la llamada "Información Agregada de Comercio Exterior" contiene vía web (Indec) las posiciones arancelarias, el peso neto en kilos de importaciones y el valor global en dólares de las operaciones, no así el Cuit de los importadores y los detalles de las transacciones individuales. 

"La información más genérica la tenemos, esto es todo un paso adelante. El 23 de enero se actualizaron las planillas. Lo que no podemos conocer son los nombres de los importadores, esto sigue en secreto", le confió a Rosarioplus.com Carlos Braga, subsecretario de Comercio Exterior de Santa Fe. 

Los datos que hoy están sobre la mesa confirman el impacto de las importaciones en las producciones regionales. La mayoría de los rubros crecieron en 2017 generando subas de hasta 11.000% respecto al 2015, cuando se tenía otra política en materia de comercio exterior. 

Tomates

La importación de esta fruta generó el primer gran encontronazo entre el gobierno y la UIA. Los industriales se quejaron por un "ritmo descontrolado". El ministro de la Producción, Francisco Cabrera, les pidió que se "dejen de llorar" y que sean "más competitivos".

“Ni lloramos, ni es verdad que no seamos competitivos ni que no sepamos competir, esta es una industria que ha llegado a exportar latas de tomate al mundo”, respondió indignado el vicepresidente de la UIA, Adrián Kaufmann Brea.

Los datos oficiales le dan la razón. Los tomates en conserva importados crecieron un 98% en 2017. Entraron al país 12.118.970 kilos contra 6.102.009 que ingresaron en 2016. La diferencia es abismal respecto a 2015 cuando se comercializaron 2.130.854 kilos (+468%). México, Italia y Turquía encabezan la lista de países exportadores.

Un panorama similar ocurre con los tomates frescos: las importaciones crecieron 198% en los últimos 12 meses y 11.425% en 24. En 2015, los importadores facturaron 30.502 dólares. En 2017 el total fue de 2.413.519.

Cerdos, muebles y caramelos

La producción porcina de Santa Fe sigue sufriendo los efectos de una economía muy abierta. El año pasado ingresaron al país más de 33 millones de kilos, 30% más que en 2016 (25.714.525) y 188% en relación al 2015. El cerdo de Dinamarca empezó a ganar terreno en este mercado.

La industria de la golosina también padece este aluvión importador. Más de 10 millones de kilos en 2017 contra 8 en 2016 (+30%) y menos de 4 en 2015 (+130%). Lo mismo sucede con la madera y los productos derivados como los muebles. De Brasil, China, Malasia y Dinamarca, entre otros países, ingresaron 6.778.010 kilos en 2017, 32% más que en 2016 (5 millones) y 121% respecto a 2015 (3 millones).