Aprueban ordenanza que extiende plazos de los créditos para comprar un taxi
El proyecto extenderá el período de gracia de los préstamos para comenzar devolver el dinero de tres meses a seis. Es para los taxistas con modelos 2011, 2012 y 2013 que deberán renovar sus unidades antes de fin de año.
El Concejo Municipal aprobó en la sesión de este jueves un proyecto que permitirá extender por 180 días el periodo de gracia para que los taxistas puedan abonar sus créditos otorgados por el Banco Municipal destinados a la renovación de sus vehículos. Esta medida se toma en consideración de las dificultades que atraviesan los titulares para adquirir y poner en condiciones los automóviles necesarios para prestar el servicio de taxis.
La ordenanza fue presentada hace cuatro meses por la concejala Susana Rueda y aprobada tras varias reuniones con los titulares de taxis y autoridades del Banco Municipal, que es la entidad que otorga los préstamos que oscilan los 5 millones de pesos, dinero que se acerca al valor de mercado de algunos automóviles disponibles para esta función y que se debe devolver en un máximo de 60 cuotas con un periodo de gracia de tres que ahora con la nueva norma será de seis una vez que sea reglamentada.
En diálogo con RosarioPlus, la concejala explicó que estos créditos también son demandados por aquellos que participaron en la licitación de las 500 nuevas chapas en 2022. De ellas, 443 fueron aprobadas, dejando un saldo de 57 licencias pendientes de una nueva convocatoria.
Este año se cumple el período de 10 años para los automóviles modelo 2011, 2012 y 2013, que se extendió debido a la pandemia, lo que significa que estos vehículos deberán ser renovados y retirados de circulación a fines de 2023. Los taxistas, preocupados por el corto plazo, han expresado que los tres meses de gracia no son suficientes para cumplir con todos los requisitos necesarios para poner un nuevo automóvil en la calle. Además de las demoras en la entrega de los vehículos por parte de las concesionarias, también se deben realizar trabajos de pintura para adaptarlos a los colores de los taxis y otras tareas como la instalación del odómetro. Según Rueda, esta situación motivó el contacto con los taxistas y la necesidad de encontrar soluciones para los mismos.