Arde Venezuela: otra jornada de protesta y violencia
Las protestas y los choques con las fuerzas de seguridad han dejado un saldo de 36 muertos en las últimas semanas
La policía militar de Venezuela, Guardia Nacional Bolivariana (GNB), dispersó con gases lacrimógenos una movilización opositora en el este de Caracas que pretendía llegar hasta la sede de la Asamblea Nacional (Parlamento) en otra jornada de protestas atravesada por la violencia. La oposición acusa al presidente Nicolás Maduro de imponer una Asamblea Nacional Constituyente a su medida para mantenerse en el poder.
Miles de manifestantes marchaban por una gran avenida del este de la ciudad, pero al llegar a la autopista Francisco Fajardo, la principal arteria vial de la capital, fueron dispersados por la Policía Nacional y la GNB con bombas lacrimógenas, chorros de agua e incluso piedras.
El dispositivo de seguridad, compuesto de unidades antidisturbios y barricadas, fue desplegado para impedir la llegada de la marcha al centro de Caracas, donde el alcalde oficialista Jorge Rodríguez mantiene un veto contra los actos organizados por la oposición.
La marcha estaba encabezada por 112 diputados opositores, que conforman la mayoría en el Parlamento, y fue convocada para rechazar lo que para ellos es la "continuación del golpe de Estado" en el país, algo de lo que acusan al gobierno del presidente, Nicolás Maduro.
El gobernador opositor y dos veces candidato presidencial, Henrique Capriles realizó una transmisión en directo a través de la aplicación Periscope, en la que mostró a funcionarios de la GNB a bordo de motocicletas y vehículos blindados que disparaban bombas lacrimógenas y perdigones de goma contra los manifestantes, indicó la agencia de noticias EFE.
Durante el enfrentamiento, numerosas personas sufrieron además principios de asfixia por los gases lacrimógenos y heridas por las piedras lanzadas por miembros de la GNB, según denunciaron los manifestantes.
La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) reclama que en el país se convoque a elecciones "libres y democráticas", la destitución de siete magistrados del Supremo que emitieron dos polémicas sentencias pese a que estas ya fueron revocadas y, más recientemente, rechaza la intención de Maduro de que se redacte una nueva Constitución.