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La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner consideró “un disparate mayúsculo” y una “maniobra formidable de persecución política y de hostigamiento mediático” la causa judicial que investiga el presunto direccionamiento de obras públicas en Santa Cruz en favor del detenido empresario Lázaro Báez. Así lo afirmó en declaraciones a la prensa tras retirarse de los tribunales federales de Comodoro Py, donde este lunes prestó declaración indagatoria ante el juez federal Julián Ercolini.

“Es un disparate mayúsculo. Estamos pidiendo la nulidad”, dijo la mandataria al confirmar que durante su presentación ante el magistrado pidió la realización de "una auditoría general" de las obras públicas y planteó la nulidad de su indagatoria.

“Es una maniobra formidable de persecución política y hostigamiento mediático. Como hicieron con Lula (da Silva en Brasil). Es una maniobra a nivel regional. Acá en el país para tapar el desastre económico y social que hoy tiene la Argentina”, sostuvo la ex mandataria.

Para Cristina, el gobierno de Mauricio Macri “busca tapar el sol con la mano y trata de esconder lo que es un verdadero desastre”.  “Si nosotros éramos una asociación ilícita, este gobierno es una asociación ilícita terrorista, que impone el terror a la gente cuando va al supermercado o cuando le llega la factura de luz o de gas”, aseveró.

En sus declaraciones ante la prensa, la ex jefa de Estado señaló que la obra pública durante su gestión fue “aprobada por la Auditoría General de la Nación y la comisión revisora de cuentas del Parlamento”, con lo cual consideró un “disparate” pretender asociar su gobierno a una “asociación ilícita”.