El presidente catalán rechazó su destitución y llamó a una resistencia pacífica
El líder secesionista catalán Carles Puigdemont advirtió este sábado que no acepta su destitución como presidente de Cataluña y llamó a los catalanes a defender de forma "cívica y pacífica" la nueva etapa inaugurada en la norteña región con la proclamación de independencia. "En una sociedad democrática son los parlamentos los que eligen o cesan a los presidentes", dijo Puigdemont, en una declaración institucional emitida por el canal regional TV3, con la que rechaza la decisión adoptada por el gobierno español de Mariano Rajoy de destituirlo de su cargo.
Puigdemont, sin embargo, no aclaró expresamente cómo harán él y su gobierno para mantenerse en funciones, y se limitó a reclamar a los ciudadanos que hagan una "oposición democrática" a las medidas de intervención en Cataluña aprobadas al amparo del artículo 155 de la Constitución.
"Ayer vivimos un día histórico. El Parlament de Cataluña cumplió con lo que los ciudadanos votaron el 27 de septiembre, cuando la mayoría surgida de las urnas encomendó al Parlament la proclamación de la independencia", afirmó al inicio de su mensaje, que fue grabado en Girona, donde reside el presidente catalán depuesto por el gobierno español.
Puigdemont añadió que las decisiones adoptadas el viernes por el Consejo de Ministros español son "contrarias a la voluntad expresada en las urnas", pero destacó que los ciudadanos de Cataluña ya "han entendido que esta nueva etapa hay defenderla con un incansable sentido cívico y compromiso pacífico".
"La mejor manera para defender las conquistas alcanzadas hasta hoy es la oposición democrática a la aplicación del artículo 155, que es la consumación de una agresión premeditada a la voluntad de los catalanes que de manera muy mayoritaria y a lo largo de muchos años nos hemos sentido nación de Europa", subrayó el líder secesionista.
"No nos desviamos: seguimos perseverando en la única actitud que nos puede hacer ganadores", añadió Puigdemont, y pidió a sus militantes "paciencia, perseverancia y perspectiva".
"Nuestra voluntad es continuar trabajando para cumplir los mandatos democráticos y al mismo tiempo buscar la máxima estabilidad y tranquilidad, entendiendo las dificultades lógicas que conlleva una etapa de esta naturaleza", añadió.
"No queremos la razón de la fuerza", insistió Puigdemont para luego prometer que seguirá "trabajando para construir un país libre".
Las palabras de Puigdemont llegan en medio de una gran incertidumbre en torno a la forma en que se implementarán las recientes decisiones adoptadas por el Ejecutivo español para abortar el proceso de secesión de Cataluña, luego de que el parlamento regional, ya disuelto, declarara la ruptura con España.