El Gobierno nacional oficializó esta semana la eliminación definitiva de la obligación de registrar los contratos de alquiler de inmuebles urbanos y rurales, según se dispuso en la Resolución General N° 5545/2024.

Este requisito, incluido en la Ley de Alquileres, implicaba que se debían informar todas las operaciones concertadas entre locadores y locatarios ante el “Régimen de registración de contratos de locación de inmuebles” (RELI).

Si bien se presentó esta medida en los medios como un “alivio fiscal”, lo cierto es que en realidad atenta contra un beneficio al que podían acceder tanto dueños como inquilinos.

En diálogo con la Sí 98.9, Emmanuel Canelli, de la Asociación Inquilinos Rosario, explicó que el requisito originalmente se había instaurado como una manera de aportar claridad sobre un mercado a veces oscuro y difuso como el inmobiliario.

Con este registro, el Estado podía contar con la información actualizada respecto al tema de la vivienda en alquiler, como conocer cuántos inquilinos había o cuántos inmuebles estaban ocupados.

En un principio, la gran motivación para participar de este registro era que con el mismo mucha gente podía deducir ganancias, tanto propietarios como inquilinos a la hora de pagar el alquiler.

“Lo que sucedió fue que luego de eso mucha gente ya dejó de pagar Ganancias cuando se elevó el piso, por lo que empezó a carecer un poco de sentido. Sin embargo, justamente ahora que se volvió a bajar el piso de Ganancias, mucha gente empezó a estar tocada por este impuesto y estaban interesadas en deducir, meten en esta medida que golpea a un sector de los inquilinos”, explicó Canelli.

Para el referente, la mayor pérdida son los datos que el Gobierno pierde sobre el mercado del alquiler, información clave para saber cómo viven los argentinos y qué medidas se pueden tomar en beneficio de la gente.

“Eso es algo que a este gobierno poco le interesa, Lo único que les interesa es desregularlo, liberalizarlo y que el costo lo traslademos directamente a los inquilinos”, señaló Canelli, que hizo hincapié en que ya cuando se había redebatido la Ley de Alquileres los legisladores les pedían datos e información a ellos, ya que no había “una información estatal clara en este tema que aqueja al 30% de las personas que habitan en nuestro país”.

A la hora de responder sobe a quién beneficia esta medida, el referente de la asociación de inquilinos dijo que “en términos de la registración del contrato, podían llegar hasta a deducir un 10% de carga impositiva los propietarios en el tema de impuesto a la ganancia e ingresos brutos y en el caso de los inquilinos era 40%”. Ahora, en cambio, esta medida se anuncia como positiva solo bajo la promesa de que van a bajar los alquileres, “y eso nunca pasó”.

“La promesa siempre es que van a bajar los alquileres, y eso nunca pasó. O sea, no está pasando, se liberalizó el mercado en extremo, algo que nunca se vivió, y los precios siguen iguales”, remarcó.

Estos impactos se dan a la par de otros que tuvieron lugar con la derogación de la Ley de Alquileres, siendo los que más se sufren actualmente la falta de certidumbre respecto a precios, los cortos plazos de ajuste y la ausencia de un índice claro.

“Ahora ya no hay tanta gente que se anima a decir que la Ley de Alquileres era mala, que la Ley de Alquileres perjudicaba a ambos sectores, como querían decir muchas inmobiliarias. Muchos inquilinos están tratando de cerrar con el índice del contrato de locación, que es un índice que propuso la Ley de Alquileres, que es un promedio entre inflación y salarios. Y sobre todo, recordemos que antes el ajuste era cada 12 meses y ahora tenemos ajuste cada 3, 4 o 6 meses”, explicó Canelli.

Finalmente, aseguró que hay mucha gente que actualmente se encuentra, si no es “rascando la olla, armando las cajas para volver o a vivir entre un grupo de amigos para poder afrontar el alquiler, o a volver con la familia”

“O achicarse también. Los que tienen suerte de tener un departamentito chiquito que lo alquilaban para alquilar ellos otra cosa, bueno, ahora no, directamente van a ese departamento y se achican, porque no pueden espejar un contrato de alquiler con lo que ellos tienen. Se complejizó todo”, culminó.

Consultado sobre cuáles índices son los que más se utilizan ahora para fijar precios, explicó que actualmente son tres: el índice de contrato de locación; atado a la inflación; y el casa propia (el que se usa para los créditos hipotecarios).

“Hay tal problema económico en el cual estamos inmersos que muchas veces las variables se cruzan entre sí. Porque bueno, el Gobierno viene diciendo que bajan la inflación, pero no, en realidad no la bajaron, desaceleraron la inflación intermensual, pero la interanual sigue igual y por momentos sigue subiendo, y eso es lo que termina golpeando a los bolsillos de los argentinos y en los contratos de alquiler, y no olvidar lo que están haciendo con el salario de todos los trabajadores”, finalizó. 

NADIE ES PERFECTO - Emanuel Rulo Canelli - Inquilinos Rosario by Sí 989