Font y la violencia instalada: “La solución no llega y se hace cada vez más difícil”
“Me da pena que la solución no llegue y que además se hace cada vez más difícil o en todo caso el camino para la solución nunca termina de cuajar y encararse. La realidad es que cada día que pasa se va a complicar aún más, donde se acota el margen de abordajes posibles”, admitió Enrique Font al comienzo de una entrevista con Ariel Bulsicco en Sí 98.9.
Como ejemplo de esa realidad el criminólogo contó luego que, 14 años atrás, cuando nació una preocupación por el tema de la violencia en el ámbito académico de la UNR, el fenómeno era complejo pero abordable y, con una buena política de inclusión social en los territorios, se podía controlar. Si bien todavía cree que eso debe hacerse, aseguró que de haberse hecho en ese momento “hubiera bajando rápidamente el conflicto y no se dejaba un semillero de pibes tiratiros”.
“Esto se construyó con la circulación de armas, la participación policial en los negocios y de bandas en el narcomenudeo que son muy violentas y desorganizadas, sumado a una Justicia Federal que, salvo el periodo donde estuvo Juan Murray en la PROCUNAR, no se trabajó bien”, marcó.
En ese sentido recordó su trabajo como funcionario provincial a durante 2008 cuando de la mano de Daniel Cuenca llegó al área de seguridad durante el gobierno de Hermes Binner. Font recordó que en aquella oportunidad desde Nación trajeron un programa, con respaldo de Naciones Unidas, para abordar los homicidios en la ciudad de Santa Fe que después se trasladó a toda la provincia.
“Cuando terminó el gobierno de Binner, que concluimos a los ponchazos porque se había ido Cuenca y había venido el impresentable de (Álvaro) Gaviola, dejamos ese proyecto armado en Rosario y Santa Fe, llave en mano, que constaba en la inclusión de los pibes que andaban a los tiros, no era de inclusión integral. Estaba focalizado en esos pibes que construyen identidad por pertenecer a bandas o salir a robar”, recordó.
Debe señalarse, según sostuvo el criminólogo, que de ese proyecto nada se hizo y que el gobierno de Antonio Bonfatti, sucesor de Hermes Binner, “hizo cualquier cosa, menos una política de seguridad razonable”, a la cual se le atribuye parte de la responsabilidad en la violencia que este especialista denomina como “el semillero”, donde se tiene una forma de vida o cultura vinculada a la “ocupación transitoria, que es agarrar una 9 milímetros, subirse a la moto y que alguien pague para ir a tirar tiros a algún lado”.
Asimismo, ese no es exclusivamente uno de los componentes de la escalada de violencia, Font precisó que otro germen de este fenómeno en la ciudad de Rosario fue dejar crecer a la bandas que ya no sólo funcionaban con la corrupción policial, más bien era la fuerza de seguridad quien ponía bajo las órdenes de estos núcleos del delito, como se vio claramente reflejado en causas altisonantes como la de Los Monos, donde los agentes policiales estaban integrados a esas conformaciones.
En este tándem de vicisitudes, el experto puso sobre la mesa otra vez la gestión del exgobernador Bonfatti en el manejo de la megacausa de Los Monos con el juez Juan Carlos Vienna. Apuntó que se convirtió a estos delincuentes en "estrellas" montando un circo, haciendo creer a la sociedad que esta banda “eran los súper villanos de Ciudad Gótica y ahora todo hecho violento es Los Monos y uno no sabe reamente son ellos”.
De este modo, argumentó que la lógica cuando se enfrentan este tipo de situaciones con organizaciones que manejan un nivel de consumo tan grande, depende de la clase media y alta como eslabones sustanciales de este mercado. “La merca se lo toma la clase media y media alta, porque entonces no sería negocio, y la plata de ese negocio violento lo lavan los sectores de la clase alta de Rosario”, disparó.
Volviendo a Los Monos aseveró luego que esta banda “fue usada políticamente” y que desde ese sector le dieron fama. “Echaron nafta al fuego y le crearon a una banda que vive de su nombre un cartel más grande, de estar en la crónica policial rosarina, llegaron a la nacional y ahora a la internacional”, observó.
Lo que sucedió después del desmembramiento de la banda, con sus líderes tras las rejas, son fragmentos algunos de esa organización u otros actores que se suben a ese cartel, lo usan y extorsionan. “Lo que hay es una sucesión de carencias en los abordajes políticos, en el caso del Bonfatti y su gobierno, una manipulación escandalosa de un fenómeno que no conocían y que además no tuvieron el valor de enfrentar”, manifestó en cuanto al lugar de la política como quien debe resolver estas situaciones.
Finalmente, y sobre los recientes hechos que se agudizaron este fin de semana, con frentes de locales gastronómicos baleados, más la seguidilla de disparos contra estaciones de servicio, explicó que en el macro de estas circunstancias “hay un conflicto donde todo se parece, pero las causas no son las mismas”. Igualmente indicó que ante tanta convulsión nada está dicho y todo puede ser reinterpretado.
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