Gigliani: “El Concejo tiene que retomar una agenda con los problemas de la gente”
La concejala va por su reelección y en procura de una mayor calidad de debate en el parlamento rosarino. Cuestiona a Javkin como "un intendente quejoso" y promueve una agenda en sintonía con las demandas populares.
Fernanda Gigliani intentará renovar su banca en el Concejo Municipal luego de ser una de las precandidatas más votadas en la interna de Juntos Avancemos. La edila de Iniciativa Popular es una de las históricas dentro del recinto y vio pasar distintas conformaciones del cuerpo. “El Concejo tiene que retomar una agenda que tenga que ver con los problemas de la gente. Si seguimos legislando para un título en un diario, estamos complicados”, evaluó.
En más de una oportunidad, Gigliani advirtió un “deterioro” en el nivel del debate parlamentario. En la previa a las elecciones de este domingo, anticipó: “Cuando ingresé en 2011 la agenda que tenía el Concejo era una agenda muy compleja que requería ponerse a la altura de la discusión. Después fui viendo la degradación en las distintas composiciones. Hay que tomar decisiones que impacte directamente en la vida de las personas”.
—Como dirigenta política, ¿te sorprendió el enojo de la sociedad reflejado en los resultados de las Paso?
—Me enoja mucho que los dirigentes se sorprendan. El que se sorprende es porque no camina la calle y no escucha. Antes de la primaria yo lo venía diciendo, hay una apatía y un enojo muy grande hacia la política, y tiene que ver con que la política no resuelve los problemas. Estamos en un contexto muy complejo, porque va a ser muy complejo volver a enamorar, a que la ciudadanía entienda que la política es la única herramienta para cambiar la realidad. En el caso particular del Frente de Todos, que es el espacio al cual pertenezco, cometimos muchos errores. La derecha creció en base a nuestras torpezas. Quienes hoy tienen la birome tienen que usarla en favor del pueblo. Hay que tomar decisiones que impacten directamente en la vida de las personas.
—Esas decisiones, ¿se pueden tomar desde el Concejo?
—El Concejo tiene que retomar una agenda que tenga que ver con los problemas de la gente. Si seguimos legislando para un título en un diario, estamos complicados, porque la ciudadanía cree que votan a 28 concejales que discuten cosas que nada tienen que ver con lo que pasa en la ciudad. El Intendente también tiene que dejar esa figura de intendente quejoso, tiene que asumir los problemas, independientemente de las competencias.
—¿Están bien representadas las organizaciones de la sociedad civil?
—Se sigue trabajando con organizaciones de la sociedad civil. Lo que sí creo en este contexto, y como decía el Tigre Cavallero, es que hay que juntar a todas las fuerzas vivas de la ciudad e ir a Buenos Aires a exigir lo que a Rosario le corresponde. Yo creo que querer jugarla solo, está agotado. En esta ciudad, con los problemas que tenemos, vamos a salir todos juntos. Acá es necesario escuchar a todos los que están en contacto con la realidad todos los días.
—¿Cómo ves un futuro armado del Concejo teniendo en cuenta la alianza que vienen construyendo con Ciudad Futura?
—Es un desafío futuro. Una cosa es la etapa electoral y otra la etapa de gobierno. Si Juan Monteverde logra ser intendente, tendrá el desafío de ver como convoca a todos los actores, no solo del peronismo, sino de todo el campo nacional y popular para diseñar ese futuro gobierno. Eso va a determinar la vida interna del Concejo y veremos si se conforma un interbloque.
—Hablaste en algún momento de un declive en el nivel de debate del Concejo, ¿seguís sosteniendo lo mismo?
—En los años de elecciones baja bastante la actividad dentro del Concejo, de hecho en este caso tenemos a casi todos los concejales de campaña, debe haber dos concejales que no son candidatos. Eso altera la actividad cotidiana. En las primarias de hecho plantee que estábamos ante la peor composición del recinto desde la vuelta de la democracia. Cuando yo ingresé en 2011 la agenda que tenía el concejo era una agenda muy compleja que requería ponerse a la altura de la discusión. Después fui viendo la degradación en las distintas composiciones. También cambiaron las dinámicas de comunicación. A mí me tocó ingresar a un Concejo en el que no había redes sociales. Eso tiene una faceta positiva, de divulgar la tarea legislativa, eso está bueno. Pero si algo caracteriza a las redes es lo fugaz, lo efímero y uno nota que la política en general empezó a tener discusiones efímeras, que entran en un reel de Instagram, entonces en ese marco es difícil dar discusiones profundas.
—¿Hay ordenanzas que quedaron pendientes de ejecución y que sería importante que se ejecuten?
—Hay varias. Pero una en particular que es una pérdida de oportunidad. Se trata de una ordenanza de 2014, un programa de inclusión bancaria y financiera para sectores populares y adultos mayores. Cuando lo vi a Javkin en plena pandemia pidiendo que se separen, me dio mucha bronca, porque esa ordenanza era una herramienta muy importante para trabajar con distintas entidades. Hoy el 90% de la sociedad está bancarizada y hay un porcentaje de la población que se maneja en efectivo. Es una tarea que no se está haciendo, tiene que ser una política de Estado.
—¿Qué debate quedan pendientes para retomar con la nueva composición?
—En su momento teníamos un proyecto para crear un fondo municipal de vivienda. Rosario tiene que retomar la impronta de que el Estado municipal construya viviendas, como ocurrió durante la gestión de Héctor Cavallero. Sabemos que hay dificultades económicas pero nosotros teníamos una propuesta en ese sentido y nunca se aprobó. Otra cuestión que me preocupa es el de conductoras de servicios públicos. Muchas de las que quieren acceder siguen sufriendo dificultades, por la experiencia y porque se las toma por tres meses. Nosotros también presentamos un proyecto para acceder a las licencias de conducir y que el estado provea de vehículos para ir a rendir.