Pese a la tensión judicial que existe con grupos ambientalistas, el gobierno nacional avanza a paso firme con la idea de llevar adelante el proyecto de exploración petrolera en el Mar Argentino. Los principales argumentos a favor están anclados en la multiplicación de empleo de calidad y de un volumen de divisas suficientes como para flexibilizar las restricciones cambiarias.

Esta semana el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, volvió a plantear la necesidad de impulsar el proyecto y estimó que posibilitaría la creación de 220 mil puestos de trabajo directos e indirectos y unos 25 mil millones de dólares anuales en concepto de exportaciones.   

Desde el gobierno intentan instalar estos argumentos para contrarrestar la posición ambientalista que pretende frenar la iniciativa. En los últimos días un juez dictó una medida cautelar que dio lugar a un reclamo para frenar la actividad.

La resolución tomada por el Juzgado a cargo de Santiago José Martín, consideró principalmente que las autoridades no brindaron al público la información suficiente sobre el proyecto “Campaña de Adquisición Sísmica Offshore Argentina: Cuenca Argentina Norte", ni tampoco el detalle sobre las evaluaciones ambientales necesarias para medir el impacto.

Al día siguiente, el gobierno nacional apeló la medida a través del Ministerio de Ambiente. El secretario de Energía, Darío Martínez, salió a respaldar la iniciativa y consideró: “El Gobierno ha apelado este fallo por dos razones centrales: sus fundamentos están desvinculados de la realidad, y el fallo genera profundo daño al desarrollo de la producción y a la generación de trabajo y actividad económica en para las ciudades costeras".

Pero la saga judicial tuvo un nuevo episodio este viernes cuando el Juez Federal marplatense Alfredo López habilitó las operaciones de exploración de hidrocarburos offshore, en áreas licitadas a más de 300 kilómetros de las costas bonaerenses, al aceptar el recurso de apelación del Gobierno Nacional presentado ante la medida cautelar que fue otorgada la semana pasada por su par Santiago Martín. 

La posición desarrollista

Entre idas y vueltas en la Justicia, desde el Ministerio de Desarrollo Productivo, salieron a marcar la cancha exponiendo datos a favor del proyecto de exploración. En ese sentido, durante los últimos días expusieron la potencialidad del proyecto, a partir de números actuales de la actividad, sumado a la potencialidad del proyecto.

Esta semana, el titular de la cartera productiva, Matías Kulfas, señaló que el desarrollo de la explotación de hidrocarburos en alta mar en la costa atlántica podría generar alrededor de 220.000 puestos de trabajo directos e indirectos y exportaciones por unos 25.000 millones de dólares anuales, con lo cual "desaparecería el problema del cepo cambiario o al menos sería mucho más flexible que hoy".

Respecto a las objeciones, remarcó que "todo se hizo en un marco de fuertes resguardos ambientales", y enfatizó que el desarrollo offshore estará localizado "a 300 kilómetros de la costa".

En ese marco, relativizó la validez de las acusaciones sobre los impactos ambientales al destacar los adelantos tecnológicos de los últimos años y explicó que la mayoría de los desastres ecológicos relacionados con los hidrocarburos no se da en las plataformas marítimas sino en los buques.

Expansión productiva

Para darle vigor a esta posición, desde el Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI) dependiente del Ministerio de Desarrollo Productivo, publicaron un informe en el que detallaron el impacto de la actividad hidrocarburífera en pymes proveedoras y la profundidad que puede tener el actual dinamismo si avanza el proyecto en el Mar Argentino.

En el relevamiento expusieron una fuerte densidad de proveedores Pyme en el corredor Buenos Aires- Rosario-Córdoba y detallaron que Santa Fe acapara el 5,3% de las empresas proveedoras para el sector, ubicándose en ese sentido como la quinta provincia a nivel nacional (con 407 empresas).

La cadena de valor del petróleo y gas en Argentina está dominada por 37 grandes empresas, que compran bienes y contratan servicios de 9.957 empresas, de las cuales 7.734 son Pymes empleadoras (el 77% del total). Estas Pymes ocuparon a más de 220.000 trabajadores y trabajadoras en 2020.

Dado que las pequeñas proveedoras del petróleo y gas son solo una parte de los proveedores locales (hay grandes empresas que también son proveedoras y también firmas no empleadoras proveedoras), desde el centro de estudios aclaran que no debe tomarse la mencionada cifra como sinónimo del empleo indirecto que genera el sector, sino tener en cuenta una relación de 5 puestos indirectos por cada empleo directo, lo cual daría más 325.000 puestos indirectos (si se toma en cuenta los 65 mil puestos directos que genera la cadena inicial.  

Por otra parte, señalaron que una de cada 10 pymes empleadoras que participa de la cadena es exportadora de bienes. Se trata de 756 empresas que venden al exterior. Esta cifra es diez veces mayor a la del promedio de la economía (1%).

A su vez, apuntaron que los salarios en las pymes proveedoras del sector hidrocarburífero superan en un 105% a la media de las Pymes, mientras que en la industria manufacturera, este porcentaje es del 60%.

Por último, analizaron los sectores pyme más pujantes a la hora de comercializar con los centros hidrocarburíferos y expusieron que la industria manufacturera lidera la interacción con las grandes firmas de la cadena.

Entre junio del 2019 y mayo del 2021 emitieron facturas por un monto total de $ 145,7 miles de millones, lo que equivale al 25,6% del total. Las firmas de servicios para explotación de petróleo y gas se ubicaron en segundo lugar, con un total de $ 135,1 miles de millones (23,7% del total). Las empresas dedicadas al transporte se posicionaron en el tercer lugar con $ 82,4 miles de millones (14,5%, destacándose transporte automotor de cargas y por camión cisterna), en tanto que en el cuarto lugar aparecieron las empresas de comercio con $ 60,9 miles de millones (10,7%)