La declaración del ex fiscal Gustavo Ponce Asahad sobre la causa de coimas por el juego clandestino abrió la caja de pandora de la política santafesina. Preso desde agosto, en celda común, y con las fiestas a pocos días, el fiscal acusado de ser parte de una red de coimas provenientes del juego ilegal ventiló detalles luego de aceptar tener responsabilidad. Lo más revelador fue cuando colocó al senador del PJ, Armando Traferri, en la cúpula de una estructura política que daba cobertura.

El senador lo atribuyó a una maniobra política del ministro de Seguridad, Marcelo Sain, con quien se encuentra enfrentado desde antes de que asuma como ministro. El pico de tensión fue hace pocas semanas cuando la Legislatura aprobó de manera exprés dos leyes que apuntaban a apuntaban directamente al ministro. La hipótesis de que Sain articuló la situación es la base del escrito que presentará Traferri este miércoles en el Ministerio Público de la Acusación (MPA).

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En tanto, el gobernador Omar Perotti apostó al "caiga quien caiga" sean propios o extraños en una nota de opinión en Infobae de la periodista María Herminia Grande, quien fue dirigente del PJ y tiene cercanía al gobernador: “Todos deben sentirse con la libertad de investigar a quien deban investigar. Es la única manera de que se acabe la impunidad. Que le toque a quien le toque". 

“Esto no es una interna del Justicialismo. Es corrupción versus decencia. Sé que para lograr seguridad hay que cortar los vínculos con el delito. Esto será una divisoria de aguas brava y dura, entre propios y extraños. No vine para que las cosas queden igual. Voy hasta el hueso”.

El Frente Progresista atribuye la causa a una interna del PJ. Así lo dijo el diputado radical Fabián Bastía: "Uno puede decir cualquier barbaridad y después tiene que hacerse cargo. Ensuciar es fácil. Me parece que es una interna del PJ". Este miércoles al mediodía el presidente de la Cámara de Diputados y Diputadas, Miguel Lifschitz, encabezará una reunión con todos los bloques donde se reproducirá toda la declaración de Ponce Asahad. 

Encuentros entre el exfiscal y el senador, coimas en dólares y toda una red que de a poco empieza a salir a la luz. El dirigente radical Eugenio Malaponte amplió el espectro de salpicados: publicó un sugerente tweet donde se ve a Lifschitz y Traferri sonrientes y sostuvo que el circuito de corrupción no comenzó con esta causa del juego clandestino sino hace años cuando gobernaba el Frente Progresista. El ministro Sain lo retuiteó. 

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"El proceso de corrupción a gran escala en Santa Fe empezó cuando el socialismo encomendó a la policía la recaudación ilegal. Siguió cuando Antonio Bonfatti les entregó una caja millonaria a los senadores. Y se perfeccionó con el control judicial de Miguel Lifschitz", sostuvo.