La fiscal regional María Eugenia Iribarren renunció con críticas al MPA
La fiscal general María Cecilia Vranicich le había recortado funciones en marzo, desde el enfrentamiento entre sus fiscales subordinados que derivó en la suspensión de Matías Edery. Iribarren decidió cortar su carrera para jubilarse, pero al dimitir expresó críticas a la conducción del Ministerio Público Fiscal
La fiscal regional de Rosario, María Eugenia Iribarren, renunció a su función como desenlace de la intervención impuesta por la fiscal general María Cecilia Vranicich hace cinco meses, debido a conflictos internos del Ministerio Público de la Acusación y enfrentamientos entre fiscales a su cargo.
Iribarren presentó su renuncia el viernes pasado, y la fiscal general se la aceptó, según trascendió este martes por parte del periodista Agustín Lago. El motivo formal de la dimisión fue el retiro y su posterior jubilación.
Pero en el escrito que presentó –y que su superior aceptó– manifestó “no compartir los lineamientos actuales de la conducción del MPA de la provincia”, según citó el periodista. Eso, luego de que Vranicich le comunicara que renovaría hasta el año que viene la intervención de la Fiscalía Regional.
En su renuncia Iribarren mencionó “falta de apoyo”, “vaciamiento de contenido”, “falta de confianza y deslegitimación de autoridad”.
La Segunda Circunscripción del MPA, del cual Iribarren era autoridad, está intervenida desde marzo por decisión de Vranicich, y luego de que los fiscales Pablo Socca y Miguel Moreno denunciaran a su colega Matías Edery por irregularidades en investigaciones y en la relación con una informante, Mariana Ortigala, una testigo protegida en causas contra el narco Esteban Alvarado e imputada como cómplice en otra causa contra el clan criminal Los Monos.
Las consecuencias de esa denuncia fue la suspensión por cuatro meses de Edery, quien fue removido de la Unidad de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos y asignado a un área menor. Y además, el recorte de funciones para Iribarren, quien fue relevada de dirigir la Fiscalía de Rosario y asignada a supervisar las otras a su cargo: Cañada de Gómez, Casilda, San Lorenzo y Villa Constitución.
Iribarren, de familia judicial y vasta carrera en el foro, había sido nombrada en 2020 como fiscal regional de la 2ª Circunscripción de manera interina, tras el escándalo de corrupción por juego clandestino que hizo caer e imputar al fiscal regional de entonces, Patricio Serjal y uno de sus subordinados, Gustavo Ponce Asahad. En abril del año pasado, Iribarren fue ratificada de manera formal en el cargo.