La oposición en Diputados empujó el repudio al golpe en Bolivia
La oposición de la Cámara de Diputados se impuso para aprobar una expresión de "repudio al golpe de Estado en Bolivia", en una votación a mano alzada donde la mayoría de los miembros del oficialismo de Cambiemos se abstuvo por cuestiones de procedimiento reglamentario, aunque aclaró que compartía "el espíritu" de la iniciativa.
Los diferentes bloques referenciados en el Frente de Todos, la izquierda y otras fuerzas minoritarias se unieron para aprobar el proyecto que calificó a la situación en Bolivia como "Golpe de Estado" y expresó su repudio.
En Cambiemos, en tanto, consideraban que la expresión de la Cámara también debía mencionar "el cuestionamiento al proceso electoral y político previo" que derivó en los hechos del pasado fin de semana, en clara alusión a las diferentes instancias que permitieron la continuidad de Evo Morales en el Ejecutivo boliviano hasta su renuncia.
Como los proyectos se debían votar en orden y el primero era el del peronismo, Cambiemos tuvo que recurrir a la abstención, aunque aclaró su "espíritu de repudiar la alteración del orden constitucional en Bolivia".
Para evitar entonces que quedaran expuestos los nombres de quienes decidieron no participar de la votación, e incluso posibles diferencias hacia el interior del oficialismo, el presidente de la Cámara, Emilio Monzó, resolvió que se votara a mano alzada, es decir sin votación nominal.
Pese a las reuniones previas, la Cámara baja inició la sesión pasadas las 16 con una notoria falta de consenso que derivó en la presentación de tres proyectos distintos.
Los partidos agrupados en el Frente de Todos, Juntos por el Cambio y Evolución -el bloque de Martín Lousteau- encabezaban las tres iniciativas respectivamente que serían puestas a consideración del pleno, en ese orden, siempre que uno de los proyectos no obtuviera la mayoría.
El Frente de Todos destacaba en su proyecto el "repudio al golpe de Estado", en tanto que el de Juntos por el Cambio hablaba también de "repudio a los ataques contra el sistema democrático".
A diferencia de sus socios en Cambiemos, Evolución también calificaba a la situación en Bolivia como "golpe de Estado", aunque en contraposición al peronismo cuestionaba "los procesos electorales y políticos previos".
El propio Agustín Rossi, presidente del bloque del Frente para la Victoria-PJ, aclaró: "No encontré ningún discurso que no haya condenado el golpe de Estado. Lo que surge es que lo que pasó en Bolivia es un golpe de Estado. Me complace".
"Destaco la unanimidad discursiva, aunque no haya unanimidad en el voto", agregó en un guiño a los diputados de Cambiemos.
En relación a la situación en Bolivia, añadió: "Queremos vivir en una democracia donde las Fuerzas Armadas estén subordinadas al poder civil. Y si alguien quiere ser presidente se tiene que presentar a elecciones".
Por su parte, el presidente del interbloque de Cambiemos, Mario Negri (UCR), expresó en su discurso de cierre: "Como dije el domingo esto solamente es compatible con un golpe de Estado. En 1986 (el presidente Raúl) Alfonsín tenía la obsesión por la democracia en la región para sostener la democracia en Argentina. Hoy la región está llena de incertidumbre, debemos recuperar el concepto de democracia".
"Un general no puede decirle a un presidente si se va o si se queda. Hay que ver la película completa. En Venezuela hay un problema serio: se degradó la democracia, pero allí las Fuerzas Armadas sostienen al gobierno. En Bolivia le dieron la espalda al Gobierno", añadió.
Por el Frente Renovador, Cecilia Moreau manifestó que "Bolivia sufrió un golpe de Estado tan clásico como repudiable, con todas las letras".
En ese sentido dijo que "no condenar el golpe en Bolivia y hablar de republicanismo es cínico y es hipócrita; porque lo que está en juego es la salud de las democracias de la región y en eso no se pueden tener dudas".