Las Abuelas hicieron oficial la restitución del nieto 122
Las Abuelas de Plaza de Mayo anunciaron formalmente este martes la restitución del nieto 122, hijo de Enrique Bustamante e Iris Nélida García Soler, ambos detenidos en “El Atlético”, centro clandestino que funcionó durante la dictadura cívico militar en Avenida San Juan esquina Avenida Ingeniero Huergo, y luego desaparecidos. "Hoy no hay sol, pero estamos iluminados en este día para dar una nueva buena noticia," dijo la titular de Abuelas, Estela de Carlotto, al encabezar una conferencia de prensa en la sede de la organización, en la que hizo el esperado anuncio, ya que la noticia se conoció durante el fin de semana.
Carlotto no informó la identidad del nieto 122, que tendría unos 39 años, y, a cambio, dijo que “el tiempo en que se haga pública su identidad lo va a determinar él”, cuando pueda “internalizar esta gran noticia” que “conmueve a todos". De cualquier modo, se pudo saber que es hijo de Enrique Bustamante, alias el Lobito, y de Iris Nélida García Soler, conocida como Tita o la Lobita, nacido en el centro clandestino de detención Escuela Mecánica de la Armada (Esma) en 1977, y es uno más de los 400 hijos de desaparecidos que fueron apropiados por los represores que actuaron durante la dictadura.
Si bien Bustamante y García Soler estuvieron detenidos en el centro clandestino "El Atlético", ubicado en Avenida San Juan 1, esquina Avenida Ingeniero Huergo, ella fue trasladada a la Esma para que allí diera a luz a su hijo.
Bustamante y García Soler militaban en Montoneros, trabajaban en las villas de Barracas y San Telmo, y fueron detenidos en una pensión del barrio porteño de San Telmo, entre enero y febrero de 1977, desde donde fueron llevados detenidos a "El Atlético". García Soler, nacida en la provincia de Mendoza y estudiante de Sociología, estaba embarazada de tres o cuatro meses al momento de ser secuestrada, y habría sido trasladada a la ESMA cerca de julio de 1977 para que diera a luz. Iris era militante de la Juventud Universitaria Peronista (JUP) y Montoneros, y tenía un apodo al llegar a “El Atlético”, pero durante su cautiverio sus compañeros de encierro empezaron a llamarla “la lobita” por su vínculo con Enrique, a quien en la militancia se lo conocía como el “Lobo”, y dejó atrás el “Tita” o “Pajarita” que le había puesto su familia.
Además de Carlotto estuvieron presentes en la rueda de prensa de este martes las dirigentes de derechos humanos, Taty Almeyda y Lita Boitano, y la hija restituida Viviana Montenegro, entre otros.
También participaron del anuncio la representante de la Abuelas de Plaza de Mayo de la provincia de Córdoba, la directora del Banco Nacional de Datos Genéticos Lorena Vera, y tíos de la familia paterna del nieto 122.
Al dar detalles de lo que fue la búsqueda del hijo de Bustamante y García Soler, se informó que la filial Córdoba de Abuelas de Plaza de Mayo decidió contactar "a un joven que presumiblemente era hijo de desaparecidos”. Según se relató, el hombre accedió a realizarse los exámenes de ADN en forma voluntaria, y el 18 de abril último el Banco Nacional de Datos Genéticos informó a la Conadi que se trataba del hijo de Iris García Soler y Enrique Bustamante".
"Esta nueva restitución es la demostración de que la verdad y la justicia siempre vencen al olvido y al silencio", planteó Carlotto, quien aseguró que "este caso es la muestra de que los juicios han sido y siguen siendo una herramienta fundamental” y que “el Estado debe acompañar con políticas públicas el proceso de Memoria, Verdad y Justicia".