Manos a la urna. Además de la definición de candidatos, las PASO definirán a partir del lunes la conformación y distribución de poder hacia dentro de los espacios y partidos políticos. Los tres grandes espacios políticos van a internas y se juegan mucho: liderazgos, conducción, armados  y gestión. 

Frente de Todos 

La interna del Frente de Todos en Santa Fe es la más atractiva de las PASO, no sólo por ser de las pocas que se armaron dentro del espacio nacional sino porque se debaten dos proyectos de poder dentro del PJ santafesino.

Por un lado, el gobernador Omar Perotti se involucró al máximo en la campaña, incluso siendo precandidato suplente. Finalmente aceptó que sea Marcelo Lewandowski el precandidato al Senado, al no poder colocar a su plan A, Roberto Mirabella, quien pasó a encabezar Diputados.  

Enfrente, Agustín Rossi le plantó la competencia, nada más y nada menos, que con la vicegobernadora santafesina, Alejandra Rodenas, como compañera de fórmula para el Senado. La Casa Rosada avaló la lista de Perotti pero igualmente el Chivo avanzó y el ruido suena hasta ahora. La tensión de ambos dirigentes explotó en el cierre de listas y tendrá el desenlace el domingo. 

Rossi ya está jugado luego de desatender las presiones de la Rosada para que se baje. Si gana, encamina sus ansias para ser gobernador 2023. Si pierde por escasa diferencia contra el aparato provincial, quedará dentro de todo posicionado y hasta quizás reclame sentarse a hablar con Perotti por el futuro del PJ santafesino. 

Para Perotti parecen ser más determinantes las PASO que las generales. Una derrota lo dejarían con un ala rota por el resto de su gestión en el gobierno santafesino y malparado en el PJ santafesino. Si gana su lista se empoderaría tanto para su gestión como su proyecto personal.

Frente Progresista

La disputa en el Frente Progresista es una definición clara por el liderazgo de la alianza. La muerte de Miguel Lifschitz desacomodó las jerarquías y aceleró el avance del intendente de Rosario, Pablo Javkin, para conducir. Pero la resistencia socialista es evidente. No se quedaron quietos e impulsaron a Clara García, viuda de Lifschitz, para competir por un lugar en el Senado.

Por el lado de Javkin llevará al socialista Rubén Giustiniani, de basto recorrido en el Congreso, y a María Eugenia Schmuck, mano derecha del intendente.

Si Giustinani derrota a García, el intendente tendrá vía libre para conducir, mientras que si la socialista gana, la resistencia tendrá otro tenor y se avecinará un prolongamiento de la disputa interna por el liderazgo.

Juntos por el Cambio

Juntos por el Cambio (JxC) está frente a una situación casi inédita en territorio santafesino. El radicalismo pide más espacio desde hace tiempo y esta vez no amagó. Pone en marcha tres listas para el Senado (Maximiliano Pullaro, José Corral, y Carolina Losada) para enfrentar al PRO que lleva a Federico Angelini, para sacarle la manija de mando de la alianza.

En realidad no parecen plantarle una disputa partidaria y de poder, sino más bien una nueva forma de construir. Los une el antikirchnerismo rabioso, por eso no tendrán problemas en acordar tonos, pero sí difieren en el armado santafesino que siempre estuvo en manos del macrista Angelini.