El presidente de la Nación, Javier Milei, y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, viajaron este domingo a Bahía Blanca para brindar su ayuda luego del duro temporal que dejó un saldo de al menos trece muertos y severos daños.

En el caso de Milei, el mandatario viajó a la localidad bonaerense luego de votar en las elecciones de Boca Juniors -donde recibió silbidos-.

Allí, arribó vestido de militar y con una comitiva integrada por Luis Petri (ministro de Defensa), Patricia Bullrich (ministra de Seguridad), Sandra Pettovello (ministra de Capital Humano), Guillermo Francos (ministro del Interior) y Karina Milei (secretaria general de la Presidencia).

En una conferencia desde el centro de monitoreo montado, acompañado por el gobernador bonaerense y el intendente bahiense Federico Susbielles, Milei dijo: “Estoy perfectamente confiado en que ustedes van a poder lograr resolver esta situación de la mejor manera posible con los recursos existentes”.

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Más adelante, aseguró que su presencia junto a los ministros es “para brindar la asistencia que podamos darles desde la Nación y hacer un trabajo combinado tanto con el Gobernador y su equipo, como con el Intendente”.

“Tengo confianza en que vamos a salir adelante. Le vamos a poner el hombro y lo vamos a hacer. Así que ánimo que vamos a poder. ¡Vamos, adelante!”, cerró.

Por su parte, Kicillof fue el primero en viajar y encabezó el comité de crisis junto a los ministerios de Seguridad y Salud y Defensa Civil.

Una vez en Bahía Blanca, se realizó un repaso de la situación para avanzar en la atención a víctimas y damnificados.

Este domingo fueron identificados los trece muertos, entre los que hay un menor: Juliana Barquero, Rubén Baldi (menor), Benicio Baldi, Adriana María Contento, Norma Gladis Nieto, María Laura Rodríguez, Federico Duo, Diego Carrasco, Luis Pérez, Juana Danszyt, Rosa Figueroa, Bryan Ortega y Diego Cassati.

La mayoría de ellos perdieron la vida en el club Bahienses del Norte, cuando se desmoronó parte de la estructura del gimnasio.

El temporal implicó vientos de más de 150 kilómetros por hora, provocando voladuras de techos y caídas de árboles, dejando además decenas de heridos, personas aún sin encontrar y gran parte de la ciudad sin luz.