Miles de rosarinos marcharon en defensa de la cultura nacional
De Plaza Montenegro a Plaza 25 de Mayo, el paso a paso de la manifestación rosarina en defesa de la cultura, en contra del DNU y la ley ómniubus de reforma general del Estado.
Cerca de las 18 horas comenzaron a caer las primeras gotas en una jornada que se presentó calurosa y húmeda en la ciudad. Apenas unos chispazos que no alcanzaron para amedrentar a las miles de personas que llegaron hasta la Plaza Montenegro para manifestarse en defensa de la cultura nacional. La convocatoria fue a nivel nacional y tuvo sus expresiones en distintas ciudades para hacerse oír desde el sector cultural contra el DNU y la ley ómnibus —cuyo nombre oficial es ley de “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos".
Los más prevenidos se acercaron con paraguas. Sólo algunos respetaron la consigna de la cacerola. Lo que se veía eran coloridas pancartas, pinos de malabaristas arrojados al aire y varias banderas. Muchas de ellas eran de Argentina, sin consignas partidarias ni identificación. También estaban las del Frente de Izquierda, Polo Obrero, ATE y el sindicato de Empleados de Comercios.
A las 19.40 la explanada frente al Centro Cultural Fontanarrosa estaba colmada y los manifestantes empezaron a formarse sobre calle San Luis para marchas hacia Plaza 25 de Mayo en donde se realizaría el acto central. Unas 7 mil personas marcharon por un tramo de 9 cuadras que no estuvo exento de rispideces.
El operativo de tránsito fue muy limitado y los mismos manifestantes, con intervenciones artísticas, fueron quienes estuvieron a cargo de contener a los conductores ansiosos que pedían pasar mientras miles de personas avanzaban sobre la calle. Los bocinazos se respondían con malabares, pero nada parecía agradar a quienes simplemente querían seguir su camino. La situación se repitió en varias intersecciones y no faltaron los insultos de moda: “vayan a laburar”, “se les acabó la joda”, “pobres” y “vagos” fueron los más escuchados.
Entre los que marchaban el clima era de fiesta ante la amenaza. Como si reírse, mostrar lo que cada uno hace, encontrarse con compañeros e intercambiar ideas amenguase el desamparo al que hoy tanto el DNU como la Ley Ómnibus, los arroja. De esto se ocuparon en un extenso documento que se leyó pasadas las 20 horas ya en la Plaza 25 de Mayo.
“Cada acción que represente un mínimo retroceso en la adquisición de derechos y el acceso a la Cultura de toda la sociedad Argentina, será visto como un acto de desprecio hacia el pueblo. Pueblo que estará listo para enfrentar, como lo hace en este momento, el paso desdeñable de un gobierno anclado en premisas que reivindican el avance de un modelo económico y social que excluye a gran parte de la sociedad”, expresaron en el párrafo final del extenso texto en el que además llamaron a una “gran asamblea cultural” para el 20 de enero y ratificaron su adhesión al paro general llamado por la CGT.
Personalidades de la cultura local se hicieron presente. Los directores de cine Gustavo Postiglione y Claudio Perrin, las actrices y directoras teatrales Romina Mazzadi Arro y Claudia Schujman. También académicos como Doctores en Comunicación Sandra Valdettaro y Carlos Scolari, quien reside en Barcelona hace muchos años pero la convocatoria lo encontró en la ciudad y no dudó en plegarse. Gestores culturales, directores de bibliotecas populares, todos se unieron a la consigna “el arte es cultura, la cultura es trabajo”.
Tras la lectura del documento la música quedó sonando y la gente lentamente se fue desconcentrando. La lluvia que amenazaba, finalmente no cayó y se limitó a esas pocas gotas que acompañaron la manifestación y que lejos de refrescar le sumaron humedad y pesadez a la jornada.