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La CGT no termina de limar las diferencias desde que un triunvirato tomó el liderazgo el año pasado, algo que quedó en evidencia este jueves en una discusión muy acalorada en el Consejo Directivo con acusaciones y la retirada de parte de la central.

Debido a esto comenzaron a generarse los rumores de un quiebre de la dirigencia, alimentado principalmente por la retirada anticipada de la pata del transporte. El diputado nacional Facundo Moyano negó que la CGT esté cerca de una "ruptura" al considerar que las discusiones que se produjeron ayer en la reunión de los líderes sindicales tuvieron que ver con cuestiones "personales".

Su palabra fue la que causó el escándalo: primero pidió disculpas por haber puesto en dudas el esquema de triunvirato y fogonear a Sergio Palazzo de La Bancaria pero luego les pasó facturas por haber estirar el paro nacional y sacarse una foto con Macri a fin de año.

Héctor Daer tomó la palabra y le cuestionó su accionar "mediático" por su cercanía con la conductora Susana Giménez, y le reprochó la creación del gremio de Moyano, el Sutpa que agremia a los trabajadores de peajes. En ese momento explotó todo.

La reunión, que terminó con algunos sindicalistas abandonando el recinto y algunos reproches, tenía como fin evaluar el pedido del gobierno vinculado a la transparencia de los gremios en el marco del paro nacional del 6 de abril, algo que fue leído como una suerte de presión por parte de la CGT.

"No tiene importancia lo que haga yo en lo personal. Debemos pararnos por encima de las cuestiones personales. Es inconducente referirse a esas cuestiones", afirmó.