Polémica por un muro “ilegal” en el country Palos Verdes
Este jueves el Concejo aprobó la iniciativa del bloque de Ciudad Futura-FSP que intima al Ejecutivo a inspeccionar e intimar al barrio privado Palos Verdes por la construcción de un muro perimetral de material y con alambrado de púas que no estaría dentro de la normativa vigente.
En un comunicado del bloque, la concejala Caren Tepp aseguró que no “sólo Trump construyó muros, y sostuvo que este tipo de situaciones le causan indignación, pero además “es ilegal”
La normativa prohíbe esta situación, como también lo hace el Plan de Detalle de Palos Verdes, donde se establece que los cerramientos perimetrales que no garanticen un 30% de visión hacia afuera y cuya altura supere los 2.50 metros no son legales.
Por lo cual no se permite el cierre perimetral con una muralla ciega, entendiendo que uno de los fines de este tipo de urbanizaciones es su conexión con el entorno que la rodea, esto para evitar segregación y discriminación, según detalla la normativa.
Hasta el 2010 la ciudad de Rosario y sus alrededores sufrieron un cambio notable con la aparición de barrios privados. Este boom inmobiliario fue frenado por un proyecto de Ciudad Futura. De estas urbanizaciones, Palos Verdes fue la ultima dentro de esta denominación. Esta en la zona de Nuevo Alberdi y uno de sus limites comparte zona lindera con algunos emprendimientos rulares familiares.
Para Tepp este tipo de emprendimientos “es una clara estrategia del urbanismo neoliberal”, y dijo que “las calles hermosas de Nuevo Alberdi, por tantos años olvidadas y sujetas a la especulación inmobiliaria, tengan que estar conviviendo con este tipo de imágenes absolutamente intolerables y segregadoras”.
La norma aprobada en el Palacio Vasallo le exige al municipio que inspeccione con el fin de emitir un informe en cuanto a la existencia de este tipo de cerramientos de perímetro no autorizados por la ordenanza vigente sobre barrios privados. En ese informe se les solicita a los representantes de Palos Verdes a la demolición de la muralla y su adecuación a la normativa existente en un plazo que no debe superar los treinta días.
Para concluir la jefa del bloque de concejales aseguró: “Tenemos una oportunidad histórica de que, en esas 500 hectáreas, que están alrededor de esta urbanización cerrada, podamos hacer un proyecto de integración urbana absolutamente distinto: sin muros, sin alambrados y sin cámaras que, en teoría, están protegiendo los que ganaron en esta sociedad de los que perdimos”.