El gobernador Miguel Lifschitz se presentó este martes, pasadas las 10, frente a la Asamblea Legistlativa para la tradicional apertura de sesiones. Y como se esperaba, su discurso se vio atravesado por algunos temas que por estos días atraviesan la agenda de los santafesinos. La reforma constitucional que el mandatario impulsa, los tarifazos y el reclamo a Nación por la deuda histórica, fueron algunos de los ejes más importantes en un discurso extenso. Sobre una posible reelección, deslizó que el 2019 “es un punto de llegada y a la vez un punto de partida en lo personal y en lo político”.

“En Santa Fe tenemos que hacer cosas distintas. Mirar lo que hacen los países con mejores índices de desarrollo humano. Si avanzamos por ese lado, será un indicador de que estamos bien encaminados y creo que estamos dando pasos importantes”, comenzó el gobernador en su discurso frente a los legisladores, intendentes, presidentes comunales y funcionarios del gobierno provincial.

Tras una introducción sin títulos rimbombantes, el discurso del gobernador tomó más fuerza y comenzó a profundizar en los temas más “calientes”. Lo primero fue el panorama económico, y entonces se escucharon críticas al gobierno nacional.

Economía y tarifazo

“Hay límites al mercado. Y es el Estado el responsable de poner esos límites. No todo tiene precio”, disparó el gobernador, para luego ser más específico: “Es un error grave pensar que la disminución de impuestos a los ricos volverá en inversiones y trabajo para los sectores populares. Nunca pasó eso en ninguna parte. Lo que siempre ocurre es que aumenta la desigualdad. Tampoco es el camino la flexibilización laboral pensada solamente del lado de la reducción de costos para las empresas”, sentenció Lifschitz.

Más adelante, el primer mandatario provincial dedicó un buen pasaje de su discurso al tema “tarifas”. Dijo que coincide con el diagnóstico de Nación, que “veníamos de un sistema totalmente distorsionado”, aunque para la transformación era necesario “un proceso gradual”.

“Un criterio razonable hubiera sido establecer un plan de diez años porque lo que se distorsionó en doce años no se puede recuperar en dos. Tendríamos que haber acordado un plan gradual y perfectamente establecido, donde supiéramos que todos los años íbamos a ir actualizando, recuperando el valor de la tarifa de manera sostenida para que no ahogue el crecimiento, para que no actúe como un freno a la actividad económica”, sentenció Lifschitz.

La deuda de Nación

La coparticipación no estuvo afuera del discurso del gobernador en Santa Fe. De hecho, Lifschitz avisó que una vez agotada la instancia de negociación con Nación lo resuelto será puesto a consideración de los legisladores. “Es un tema muy importante. Se logró un fallo histórico en el mes de noviembre de 2015, a pocos días de asumir el nuevo gobierno nacional, cambió el escenario de la provincia”, comenzó el ex intendente de Rosario.

“Nos pasamos dos años de gestiones infructuosas frente al gobierno de la Nación y cuando ya habíamos tomado la decisión de retornar a la Corte surgió el debate sobre el llamado Consenso Fiscal, que nos permitió introducir una cláusula especial que establecía un límite al 31 de marzo del corriente año para resolver la situación de la deuda. Creemos necesario agotar esta vía de negociación. Se realizaron varias reuniones para arribar a una solución para Santa Fe. Si llegamos a un punto aceptable, lo someteremos a consideración de este Cuerpo, de lo contrario retomaremos el reclamo judicial, ahora con un antecedente más a nuestro favor”, anunció.

Reforma

Se sabe, conseguir la reforma constitucional es el objetivo por excelencia del actual gobierno provincial. Y para Lifschitz particularmente puede significar la posibilidad de lanzarse rumbo a una posible reelección. El gobernador dijo que “si la democracia no incomoda, no genera cambios, es porque ha perdido fuerzas”. Habló de “reformismo ciudadano”.

“Ser progresista, ser innovador, es ser reformista. Todos los que pasamos por la Universidad Pública somos herederos de la gloriosa reforma universitaria, que en junio cumple 100 años. Las reformas necesarias no deben seguir esperando porque la calidad de vida de mucha gente depende de eso”, remarcó.

Para el gobernador, lo fundamental de una posible reforma será “establecer la neutralidad religiosa del Estado, introducir las nuevas instituciones del derecho penal, consagrar nuevos derechos, ampliar derechos sociales y humanos. Incorporar nuevas instancias democráticas y participativas, poner límite a las reelecciones indefinidas, reconocer la autonomía de los municipios y ampliar los periodos de las comunas”.