El 11 de septiembre de 2001, miembros de Al Qaeda liderados por Osama Bin Laden, secuestraron en un ataque premeditado, cuatro aviones comerciales en tierras estadounidenses. El objetivo principal de estos secuestros, fue impactar las aeronaves en un movimiento suicida, contras cinco puntos diferentes que causarían gran conmoción en Estados Unidos. Los edificios que estaban destinados a sufrir un destino aterrador, fueron escogidos por esta organización con el fin de causar destrucción, muerte y revolución en los habitantes de este país.

Esa mañana, tres de las direcciones asignadas  fueron impactadas de manera exitosa por los terroristas. En una primera instancia, el vuelo 11 de American Airlines colisionó contra la Torre Norte del complejo World Trade Center en New York; aproximadamente 15 minutos más tarde, el vuelo 175 de United Airlines impactó contra la Torre Sur. Posteriormente ambas Torres Gemelas de más de 100 pisos se derrumbaron y generaron daños irreparables en la zona. Sin embargo, antes de que se produjera el derrumbamiento definitivo, un tercer avión se estrelló contra el sector oeste del Pentágono.

No obstante, los dos ataques restantes consiguieron ser evitados. El vuelo 93 de United Airlines, que corría en destino hacia Washington D.C, precisamente al Capitolio de los Estados Unidos, fue interrumpido debido a que los pasajeros intentaron evitar que la tripulación sufriera el mismo destino que los atentados preliminares.  De tal manera, la disputa entre los secuestradores y los transeúntes, provocó que finalmente el avión se estrellara en un campo en el Estado de Pensilvania. Por otra parte, quienes estaban ligados a cumplir con el quinto cometido, por lo general fueron detenidos en el aeropuerto gracias a que contaban con diversos problemas con sus visas.

Entre los pasajeros de los aviones, las personas que se hallaban en los edificios, los rescatistas y los secuestradores, se registraron un total de 2996 fallecidos y 24 desaparecidos.

Desde el horror y la confusión, hasta la búsqueda de un culpable

En un principio, las hipótesis volaban acerca de quién podría haber sido el culpable de los hechos ocurridos en este día. Pero al poco tiempo, desde el gobierno de Estados Unidos, basados en evidencias y testimonios, inculparon a Al Qaeda. Tal organización, en un comienzo, negó cualquier participación en los hechos; empero en el año 2004, luego de escapar  y lograr sobrevivir de las ofensivas estadounidenses en Afganistán, Bin Laden reconoció públicamente su implicancia directa.

Osama Bin Laden sentenciaba que Estados Unidos odiaba al Islam y justificó que desde décadas  perjudicó a los países árabes a través de guerras, retenciones y ocupaciones estratégicas en sus territorios.

Desde ese entonces, el gobierno estadounidense emprendió una búsqueda incesante de este personaje, por medio del desembarco de tropas militares en los territorios musulmanes. Finalmente, el 2 de mayo de 2011, luego de varios años, descubrieron la ubicación del escondite del terrorista, y lo asesinaron.

Las consecuencias de este ataque repercutieron en el mundo entero, en vista de la magnitud de los hechos que implicaron una crisis tanto social como económica y la mayor suma de fallecidos  producida por un atentado; dado a esto, es considerado como el de mayor densidad en la historia de la humanidad. De esta forma, cada 11 de septiembre, se realizan ceremonias en recordatorio y conmemoración de las víctimas inocentes en distintas partes del país norteamericano.