Entidades que nuclean a titulares de taxis acudieron al Concejo municipal a pedir contemplaciones ante una encrucijada que se les plantea a quienes deben renovar la licencia del servicio o transferirla: en este momento, ese trámite municipal representa para cada uno una erogación de $3.340.000. Por lo tanto, propusieron un esquema de reducción de costos, con la expectativa de que algún edil recoja la iniciativa y prospere como modificación en la Ordenanza General Impositiva.

La propuesta partió de la Asociación de Mujeres Conductoras, orientada a bajar el gravamen desde los 10.935 módulos tributarios actuales a 500, lo que dejaría dicho costo en $150.000. Actualmente, quienes detentan una chapa de taxi obtenida en 2013 tienen que afrontar un pago de 3,3 millones de pesos de contado, o una financiación que acaba por elevarlo a 5 millones de pesos.

“Es imposible pagar eso. La ciudad de Córdoba no paga un canon sino un simple sellado”, indicaron desde la Asociación de Mujeres Conductoras.

La Cámara de Mujeres Taxistas, por su parte, presentaron ante la comisión de Servicios Públicos del Concejo, un pedido de eximición del pago del canon referido a derecho de explotación por el lapso de 24 meses. Esto lleva el aval de José Iantosca, de la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis (CATILTAR) quien indicó que, según sus cálculos, se necesitan entre 5 y 6 millones de pesos para poner un taxi en funcionamiento, sumando canon, transferencia, pintura, tapizado, etc. “Es inviable tener un taxi”, advirtió.

Además recordó otros proyectos presentados. Por un lado, la creación de un grupo de inspectores que detecte la prestación del servicio mediante apps ilegales, y la creación de  un fondo compensador constituido por la recaudación de multas a empresas ilegales.

“No nos interesa la regulación de Uber. Les estamos diciendo de donde sacar la plata para controlar a Uber”, insistió Iantosca. Luego aseguró que a ese servicio de viajes, no legalizado en Rosario, solo le interesa la recaudación, que sus viajes en ocasiones cuestan menos que una bajada de bandera, y que no están de acuerdo con la regulación de ese servicio.

Mario Cesca, de la Asociación de Titulares de Licencias de Taxis (ATTI), y recordó que la imposición de la tasa municipal para la renovación de las licencias viene de larga data y que hoy “no tiene ningún sentido cobrarlo”. “En un momento valía 50.000 dólares una licencia. Hoy ponen un cartelito ´Vendo auto, Regalo chapa´”, comparó.

Entre otras aseveraciones, aseguró que el taxi está en una situación terminal y que se ganó precariedad laboral. Reiteró el pedido de facilitar las renovaciones por 24 meses y advirtió que a la larga se va a perjudicar al usuario si no se toman medidas.