Un escándalo a nivel internacional se desató en las últimas semanas con la desaparición de un periodista saudí, que había entrado al consulado de su país en Turquía y nunca salió. Se presume que fue asesinado dentro del edificio y desmembrado para no dejar evidencias.  

Se trata del periodista, ex gerente general del grupo de comunicación Al Arab Media Group y columnista del diario estadounidense The Washington Post, Jamal Khashoggi. Las investigaciones en Turquía apuntan a que Khashoggi, exiliado desde 2017, pudo ser asesinado en el consulado saudí, algo que han rechazado las autoridades del reino.

La desaparición del periodista, que mantenía una postura crítica moderada con el régimen saudí, ha elevado la presión sobre el reino por parte de la comunidad internacional. Tanto que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump envió al secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, para abordar el asunto directamente con el rey Salman bin Abdelaziz y luego con el presidente turco Erdogan.

Vínculos entre sicarios y el príncipe

Cinco de los quince implicados según Turquía en la desaparición son cercanos al príncipe heredero, Mohamed bin Salman, informó The New York Times. Uno de ellos, Maher Abdulaziz Mutreb, es un acompañante habitual del príncipe heredero en sus viajes al exterior y el diario neoyorquino lo ha identificado desembarcando de su avión en París y Madrid.

Otros tres implicados también son parte del anillo de seguridad del príncipe, mientras que un quinto es un médico forense del Ministerio del Interior saudí. Estos cinco implicados forman parte del grupo de quince funcionarios saudíes que llegaron en dos aviones a Turquía horas antes de que Khashoggi desapareciera.

Grabaciones del asesinato

El diario turco Yeni Safak, periódico de línea islamista cercano al gobierno de Turquía, ha informado que posee grabaciones de voz que documentarían el asesinato. Según este periódico, el equipo saudí de 15 personas que llegó a Estambul el 2 de octubre, día de la desaparición de Khashoggi en el consulado, primero torturó al periodista cortándole los dedos y luego lo decapitó.

El rotativo cita un diálogo de la supuesta grabación de voz, mantenida entre el cónsul saudí, Mohamed Otaibi, y los integrantes del equipo. El periódico difunde a menudo filtraciones destinadas a respaldar la línea del gobierno turco, pero se han documentado también numerosos artículos manipulados o fabricados, entre ellos incluso grabaciones de audio falsas.

 

(EFE)