Todo quieto: docentes, médicos, estatales y municipales paran por 48 horas
En la víspera del paro nacional convocado por las centrales obreras, el sector público provincial se planta en rechazo a la política salarial del gobierno de Pullaro. El sindicato municipal se plegó a la medida y demanda su propia mejora paritaria. El Ejecutivo no afloja y reprocha la reacción gremial como "una acción desmedida".
Los sindicatos que en Santa Fe representan a docentes, empleados de la administración provincial y médicos de salud pública inician este miércoles un paro de 48 horas –al que, además, también se suma el de los trabajadores municipales en Rosario– que se complementará con la huelga nacional que las centrales obreras CGT y las dos CTA convocaron para este jueves.
En el plano provincial, la medida de fuerza fue resuelta con contundencia en el caso de sindicatos que definen sus acciones por el voto de sus bases, como el caso de Amsafé y Sadop, y marca la tensión que el Ejecutivo no pudo o no quiso evitar en estos primeros cuatro meses de gobierno. Es que la Casa Gris ofreció en su último acto paritario aumentos salariales de 5% con el sueldo de abril, y otro 5% con el sueldo de mayo. Y todos los gremios rechazaron esa propuesta por insuficiente.
Está previsto una movilización de Amsafé para esta mañana en la capital provincial, con marcha y acto en el Ministerio de Educación.
“Recomposición salarial, defensa de derechos previsionales, contra la amenaza y extorsión por descuentos y presentismo, condiciones dignas para enseñar y aprender”, son las consignas.
Por lo tanto, hoy y mañana no hay clases en los niveles primario y secundario de enseñanza pública, tampoco privada (aunque en este ámbito siempre hay excepciones según cada caso), y tampoco hay atención en las oficinas de la administración provincial. En hospitales y centros de salud provinciales se atiende con guardias mínimas.
El gobierno, además, sumó otro motivo para la protesta gremial: luego de considerar que este paro general es una provocación, el gobernador resolvió que cada ministerio revise después quién adhiere al paro y descontarle el jornal en consecuencia. Incluso, imponiendo a los docentes a que firmen una declaración jurada para explicitar su postura.
El ministro de Educación, José Goity, recriminó la medida de los gremios como una ingratitud "porque la Provincia viene haciendo un esfuerzo importante por sostener todas las funciones del Estado y por recomponer mes a mes el salario de los trabajadores públicos y de los docentes en especial".
"Ya tenemos más de 11 días de paro en el sistema educativo en pocos meses y eso no puede ser una lógica de negociación", reprobó.
"El gobierno amenazó con los descuentos y presionó para quebrar el paro, pero el acatamiento demuestra la fuerza y lo vamos a demostrar. Amsafé es un sindicato democrático y seguimos todos en la misma vereda", dijo Rodrigo Alonso, titular de Amsafé. En la misma línea señaló Martín Lucero, de Sadop Rosario: "Con esa amenaza de la declaración jurada y el descuento, el gobierno consigue lo contrario, logra que la gente se enoje más y ratifique su decisión de parar", dijo.
Por el lado de los estatales, habló Lorena Almirón, de ATE Rosario, ante el silencio de las cúpulas provinciales. "Nuestro sueldo no puede seguir siendo la variable de ajuste. El gobierno de Pullaro se desentiende de la importancia de garantizar derechos y acceso a servicios en el sector público en una situación crítica para las mayorías. Llevamos perdido un 35% de poder adquisitivo, lo que deriva no solo en un salario de subsistencia sino en reducción en la calidad de vida".
Los estatales y los médicos añaden al reclamo de esta medida de fuerza el alerta por la intención del gobierno por modificar el régimen previsional en Santa Fe. "Quieren una reforma regresiva, atacan el 82% móvil, la edad jubilatoria y otras conquistas gremiales", señaló Almirón.
Los trabajadores municipales de Rosario se suman al reclamo gremial en este paro de 48 horas. Reclaman mejora salarial y se movilizan este miiércoles a la sede local del Iapos para exigir la normalización de las prestaciones médicas.