Viaja en colectivo menos de la mitad de pasajeros que hace 10 años
El transporte urbano de pasajeros de Rosario vendió 62 millones de boletos el año pasado, el piso de una cuesta abajo que viene desde 1986. Una década atrás, el promedio anual marcaba 130 millones de pasajes vendidos. La quita de subsidios desfinancia el sistema, la Municipalidad encara un aumento fuerte del boleto, y la gente sigue bajándose del ómnibus. Peligra la movilidad en la ciudad.
La estadística relevada por el Observatorio Social del Transporte expone con elocuencia la retirada constante, año tras año, de los usuarios del sistema de colectivos urbanos en Rosario. Un dato que, según el cálculo de algunos entendidos, sirve para presuponer lo que pueda ocurrir en caso de que el Ejecutivo local aplique un abrupto incremento de tarifa que parece inminente.
El intendente Pablo Javkin solicitó este miércoles al Concejo declarar al TUP en emergencia y autorización para incrementar hasta 90% el precio del boleto de colectivos, actualmente en $340, sobre un estudio de costos que sugiere un valor de 1.300.
Ante la quita abrupta de subsidios, legisladores del espacio Rosario Sin Miedo proponen una alternativa para reemplazar ese desfinanciamiento: incrementar alícuotas de DREI a las 330 empresas más grandes y de Ingresos Brutos al complejo aceitero - portuario. Pero el Ejecutivo municipal, por ahora, le da la espalda a esa propuesta.
“Los números del transporte urbano de pasajeros de Rosario muestran lo que sucede cuando el Estado nacional recorta fuertemente los subsidios y el municipio traslada el costo al precio del boleto. Obsérvese la caída en la cantidad de usuarios (rojo) durante el período 2015-2019”, indicó el diputado nacional Eduardo Toniolli (PJ) por redes sociales, al exponer el gráfico siguiente.
La curva descendente muestra su pico el año 1986 como el de mayor uso del TUP, con 226 millones de boletos vendidos, y una caída que tocó un piso en la crisis socioeconómica de 2001, una posterior recuperación y nuevamente cuesta abajo desde 2015, sin freno hasta el nivel lógico de la pandemia y la movilidad restringida en 2020, donde se emitieron 30,6 millones de boletos. Luego del previsible repunte en los años de salida del estado de aislamiento preventivo, el 2022 sumó 64 millones de pasajes pero el año pasado volvió a declinar: 62 millones.
A lo largo de 2023, la incidencia de los subsidios nacional y provincial en el sistema de transporte rosarino ha ido en retroceso. Eso, más el aporte del Fondo Compensador Municipal, ha hecho que en febrero de 2023 el boleto tuviera un 52,7% de subsidio, y que el año cerrara con 37,8%.
Ahora, desde febrero, el aporte nacional ya es de cero peso, y la recesión económica también incidirá a la baja en los fondos compensadores de Provincia y Municipalidad.
“Cada crisis de las últimas décadas (por recesión y/o retiro de subsidios) nos dejó un sistema de transporte más chico, con menos usuarios y menos kilómetros recorridos (peores frecuencias). Después de cada crisis hubo una recuperación, pero nunca se logró volver al estadio anterior”, observó Toniolli.
A la par, es elocuente el siguiente gráfico que expone el deterioro del poder adquisitivo popular, en relación con la evolución de la tarifa del TUP, medido en cantidad de boletos que caben en un salario mínimo vital y móvil.