Abuso sexual en el 132: un viaje de terror por las calles de Rosario
El chofer de la línea 132 acusado de abusar de una pasajera quedó detenido este jueves luego de la audiencia imputativa en la que se lo acusó formalmente. La Fiscalía entiende que el hombre trabó las puertas del colectivo y apagó las luces para abalanzarse sobre la víctima. Fue un viaje de terror desde el extremo sur de la ciudad hasta el microcentro.
Si bien el conductor del micro no consiguió el cometido de violar a su pasajera, la justicia sí lo consideró un abuso por demás detalles que brindó la joven y que se reservaron “para preservar la integridad de la víctima”, consignaron en el Ministerio Público de la Acusación.
N. M., de 36 años, se valió de varios artilugios para intentar violar a la joven pasajera. Una vez que consiguió acercarse a ella, la intimidó hasta dejarla en shock.
El viaje
El 15 de enero pasado, a las 21.45, la víctima de 19 años se subió al colectivo de la línea 132 en la esquina de Battle y Ordoñez y Ovidio Lagos, y al llegar a puente en Circunvalación el acusado "apaga las luces del interior de la unidad, detiene su marcha, traba las puertas para impedir el egreso de la víctima, forcejea con ella e intenta abusar sexualmente de forma carnal no logrando su cometido". Se bajó los pantalones y quiso hacer lo mismo con la víctima.
N. M. continuó entonces su marcha en dirección al centro de Rosario, siempre con las luces apagadas -para impedir que otros pasajeros detengan la unidad- y con las puertas trabadas a fin de que la víctima no consiga escapar. Además, siguió el recorrido manejando con los pantalones bajos y el cinto desabrochado.
Luego, en calle Dorrego antes de llegar a Virasoro, el chofer estacionó el coche en una zona oscura, donde hay varios árboles, y abusó sexualmente de la víctima "sin acceso carnal". Todo en medio de insultos para poder abusarla. Finalmente terminó masturbándose y volvió a conducir.
Colapsada por la situación e intimidada ante las advertencias del chofer, la joven permaneció en el colectivo sin más compañía que la de su abusador. A las pocas cuadras, en Roca y Ocampo, otros pasajeros tomaron el colectivo que ya funcionaba nuevamente con las luces encendidas. La joven consiguió finalmente bajarse en la zona de San Luis y Maipú.
La fiscal Nora Marull de la Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual imputó este jueves al chofer, poco después de su detención por el delito de tentativa de abuso sexual con acceso carnal y abuso sexual gravemente ultrajante, y se le dictó prisión preventiva efectiva.
La Defensa del chofer solicitó la libertad del imputado y subsidariamente la prisión preventiva con modalidad domiciliaria, pero la jueza de Primera Instancia Paula Álvarez le dictó prisión preventiva efectiva por el plazo de ley.