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La sentencia del juicio por la desaparición y aborto no consentido seguido de muerte de Paula Perassi volvió a golpear fuerte en la familia de la mujer que tenía 36 años en 2011 cuando salió de su casa de San Lorenzo y jamás regresó. Mientras Alicia intentaba tomar aire luego de escuchar la absolución del tribunal para los nueve acusados, su esposo, Alberto, se acercó a los micrófonos de los periodistas que estaban frente al Centro de Justicia Penal y volvió a pedir justicia, como lo hace cada día de su vida desde hace siete años y medio.

 "No sé como sigue ahora, ni siquiera tengo los huesos de Paula", lamentó descorazonado el padre de la víctima. "Es la última parte de la injusticia que me dieron siempre", apuntó el mecánico, al recordar otras medidas de similar índole, como la eximición de la prisión preventiva de los procesados que había dispuesto el año pasado el juez Adolfo Prunotto Laborde.

En cuanto a la investigación de la desaparición de Paula, Alberto criticó el extenso período que se tomó la justicia para buscar a la joven y afirmó que dicho período garantizó la aparición de "la billetera con dólares y el teléfono político".

Sobre los fundamentos del fallo, donde se liberó a todos los acusados por el "derecho de la duda", el padre de Paula inquirió: "¿Dónde está la Justicia para encontrar a Paula Perassi, donde está mi derecho si ellos tienen el derecho de ir a la calle?".

"Perdimos un round pero no la pelea", concluyó Alberto, entre lágrimas y desazón.