Ana María, una vida de lucha que acabó de manera absurda y cruel
Fue metalúrgica, empezaba a ser docente, tenía compromiso político y social, y sola levantaba su casa para vivir con su bebé. Alguien la atropelló y la abandonó sin ayudarla. El recuerdo de quienes la querían.
El vecindario de Puente Gallegos está acobardado entre la indignación y el dolor por la forma en la que murió una de sus vecinas, Ana María Altamirano, atropellada en la ruta 18, la última noche de 2021, y abandonada a su suerte, para morir unas horas después en el Heca. Tenía 34 años, un hijo de 2, y una casita que ella sola venía levantando con sacrificio y orgullo.
Uno de sus tres hermanos, Cristian, la recordó este lunes desde la sala velatoria de Lagos y Amenábar, adonde los deudos se reunieron para despedir a Ana María. El muchacho contó que esa noche su hermana había dejado el auto en la vivienda que está construyendo en el paraje La Carolina, y desde allí venía en su Gilera 110 cc para reunirse a la mesa familiar, en casa de su mamá, en Puente Gallegos.
Eran las diez y cuarto de la noche cuando un hombre al volante de un auto la atropelló y huyó. Una vecina presenció el accidente y así se erigió en testigo clave. También fue la primera en acudir hasta debajo del guard rail donde quedó Ana María malherida. Esa mujer reconoció en el DNI de la víctima a quien había sido una de sus compañeras en la escuela primaria. Así la dolorosa noticia llegó a la familia Altamirano.
"Ella había avisado que venía en camino, con la moto, pero tardaba y tardaba, hasta que viene un vecino y nos cuenta que la encontraron en la ruta, la habían atropellado", contó Cristian Altamirano. "Nos duele porque el tipo escapó, y se llevó arrastrando la moto como una cuadra, y a ella la dejó tirada, sin culpa. A mi hermana la reconocieron por el DNI, porque la cara pobrecita quedó desfigurada", añadió en diálogo con el móvil de Sí 98.9.
Ana María Altamirano había estado empleada en las fábricas Briket y Liliana, y últimamente iniciaba una carrera como docente. Por eso en el velatorio había compañeros metalúrgicos de UOM y docentes de Amsafé. Militaba en La Puiggros, agrupación docente del Movimiento Evita.
Anita trabajó muchos años en Liliana, fue mamá hace 2 años de Ezequiel. Y este año había dejado Liliana y empezado a trabajar como docente en una escuela", recordó un militante del frente sindical del Evita. "Es una pérdida tremenda", lamentó.
"Mi hermana nunca pidió nada, como madre soltera luchó siempre para tener sus cosas, criar su hijo, que ahora vamos a cuidar nosotros. La gente del barrio nos dio un apoyo enorme para hacer el reclamo, para que la Justicia se mueva más rápido", señaló Cristian Altamirano.
En tanto, el dueño del automóvil que apareció descartado en un zanjón del camino viejo a Soldini fue detenido este domingo por la noche. El fiscal Marcelo Vienna cree que simuló el robo del vehículo y denunció en falso para deslindar responsabilidad en el accidente fatal. Será imputado por homicidio culposo.
La nota con Cristian Altamirano, desde el velatorio de su hermana: