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En sus primeras horas, la investigación del asesinato del pastor pentecostal Eduardo Trasante ya deparó una sorpresa: la detención de un suboficial de policía que estaba en una vivienda de barrio Moderno, en zona sudoeste.

Con la información filtrada desde el seno de la pesquisa que dirige el fiscal de Homicidios Dolosos Gastón Ávila, este miércoles por la noche pudo saberse que en la vivienda del ex concejal, donde fue asesinado, su esposa, Carolina Leones, no halló su teléfono celular. Notó su falta después del asesinato de su marido, ahí en la casa de pasillo que habitaban en San Nicolás 3638.

El rastreo por geolocalización del aparato, requerida judicialmente a la telefónica prestadora del servicio, apuntó un domicilio doce cuadras al oeste de allí: Dr. Riva al 5300. Allí se presumía que estaba el teléfono desaparecido en la escena del crimen de Trasante.

Una brigada de la Agencia de Investigación Criminal acudió a esa dirección en la tarde del miércoles. Se trata de una vivienda donde residen una mujer de 48 años y sus tres hijas, de 18, 16 y 5 años. Junto a ellas estaba en ese momento el ex compañero de la mujer y padre de las chicas: Guillermo L., de 48 años, suboficial de Policía y asignado en la comisaría 9°, del barrio Lisandro de la Torre.

El policía está separado de la dueña de casa y al momento de la irrupción policial estaba de paso, según se indicó. Por más que los agentes buscaron, el teléfono de la viuda de Trasante no apareció. Pero sí encontraron armas de fuego sin declarar, y en poder del policía, y cuatro teléfonos celulares que los pesquisas secuestraron. 

Una pistola calibre 9 milímetros cargada con 13 balas, un revólver calibre 357 cargado con cinco balas, y ninguna de las dos armas está declarada. El suboficial no acreditó documentación y eso ya fue suficiente para que el fiscal de la unidad de Flagrancia, José Luis Caterina, ordene el secuestro de las armas y la detención del policía Guillermo L. (su apellido se preserva hasta que se defina su situación procesal).

No trascendió las circunstancias en que el teléfono de Carolina Leones desapareció del hogar familiar, y tampoco se explicó cómo es que la geolocalización apuntó el paradero de ese aparato perdido y los policías, no obstante, no lo hallaron. Lo que sí se aclaró es que el suboficial detenido no participó del operativo policial en la casa de Trasante.

Los agentes secuestraron en la casa de Dr Riva, además, siete plantas de cannabis sativa que cultivó la dueña de casa. Por la letra que todavía sigue vigente en la ley de estupefacientes N°23737, la mujer también marchó detenida e incomunicada. 

La investigación continúa en procura de establecer el motivo del crimen y sus autores, materiales e intelectuales. La otra novedad hasta el momento fue el hallazgo de un Peugeot 308, abandonado y sin los neumáticos, en Barcala al 4600 (Uriburu y Necochea). Este auto había sido robado el viernes en Juan XXIII y Circunvalación (zona sudoeste), y se cree que fue empleado en la logística del asesinato de Trasante. Los sicarios podrían haberse marchado en ese coche luego de consumar el crimen.