Cacería en Arijón y Callao: no hubo fuego cruzado y se plantaron las armas
El fiscal Adrián Spelta brindó detalles sobre la investigación en la que 18 policías están detenidos por la muerte de dos jóvenes tras una persecución que terminó en una feroz balacera. Se comprobó que las víctimas no dispararon. Los agentes serán imputados por homicidio y encubrimiento
La versión oficial de un fuego cruzado para justificar las muertes de David Campos (28 años) y Emanuel Medina (32), ultimados por la policía la mañana del 23 de junio en Callao y Arijón, se desmoronó con el resultados de las últimas pericias de la causa.
Los informes balísticos que llegaron a las manos del fiscal Adrián Spelta, a cargo de la investigación, dan cuenta de que tres policías abrieron fuego y que las víctimas no dispararon. Estas pruebas fueron claves para que el fiscal ordenase la detención de 18 policías que participaron esa mañana de la persecución.
Spelta explicó que no se condice lo informado en el acta de procedimiento, donde los uniformados afirmaron que recibieron disparos desde el interior del auto de las víctimas, con los resultados de las pericias realizadas a las armas encontradas dentro del vehículo.
Se pudo comprobar que las vainas encontradas en el tambor del arma que supuestamente estaba en poder de Campos, quien iba en el asiento del acompañante, fueron percutadas (disparadas) por dos armas distintas y no esa mañana.
De esta pericia se infiere que la policía plantó las armas para simular un enfrentamiento y que manipularon la mano de Campo para obtener un dermotest positivo, tal como se informó semanas atrás. En la audiencia imputativa de mañana, Spelta mostrará como los agentes adulteraron la escena del doble crimen.
El fiscal adelantó que los 18 policías (Comando Radioeléctrico y PAT) serán imputados por los delitos de homicidio y encubrimiento. “Habrá distintas responsabilidades según la participación que tuvo cada uno”, aclaró Spelta
El avance de la investigación avala la reconstrucción que hicieron los familiares de las víctimas, quienes siempre aseguraron que se trató de un caso de gatillo fácil. Los jóvenes salieron a bailar la noche del jueves para festejar el campeonato de Boca. David puso su auto para la recorrida: un Volkswagen Up gris que había sacado del concesionario hacía dos meses con un plan de cuotas. La fiesta se extendió hasta la mañana del viernes. No se fueron a dormir y siguieron dando vueltas por las calles de la zona sur. A las 11.30, el auto terminó contra un poste y los dos jóvenes, acribillados por balas policiales.
Erica, prima de David, le contó a Rosarioplus.com que si bien las novedades judiciales traen “mucho alivio”, se trata “ni más ni menos” de lo que siempre denunciaron: “A los chicos los fusilaron sin motivo alguno”-
“Por un lado se limpia el nombre y la memoria de los chicos, y por el otro logramos que estos policías no estén más patrullando las calles”, señaló. Y concluyó: “Sería bueno que este caso sirve para que la sociedad no juzgue a las víctimas. Se dijeron un montón de barbaridades. Y hoy se comprueba la verdad”.