Luego de que un hombre muriera atropellado por un auto que corría una picada en la zona de 27 de Febrero y Necochea, muchos se preguntaron si acaso habían regresado a las calles rosarinas las carreras ilegales de autos y motos. Desde el municipio aseguran que las picadas han ido en disminución y aclaran que el nuevo fenómeno que se registra es el de "demostraciones" de fanáticos de los fierros, lo que también implica molestias para vecinos pero no el mismo nivel de peligrosidad al conducir.

El director general de Tránsito Gustavo Adda aseguró a Rosarioplus.com que hace algunos años que las picadas fueron desapareciendo progresivamente de la ciudad. A la hora de explicar la baja, consideró clave el trabajo preventivo realizado desde la Secretaría de Control y Convivencia: en ocasiones se pudieron desarticular las carreras ilegales antes de que ocurrieran, aseguró.

Según explicó Adda, “el siniestro de 27 de Febrero, que no tuvo llamados por picada al 147, fue un hecho aislado, ya que no hubo una convocatoria ni reunión previa, sino dos personas que improvisaron la picada en el momento", y lamentó que "esta clase de comportamientos son imposibles de prevenir”.

La última picada que fue desarticulada, detalló el funcionario, fue en febrero pasado en la zona de Ovidio Lagos al 7900. En ese mismo lugar, sin embargo, se realizó una concentración hace dos semanas con más de 20 personas implicadas. “Cuando los agentes llegaron no se encontraron con picadas, pero se intervino por uso indebido del espacio público”, remarcó.

Si no fue una picada, ¿en qué consistía la actividad?  “Hacen juegos de manejo, rugir el motor, también hacen willy, suben los autos a la vereda, ponen música y toman alcohol”, resumió Adda.

Fuentes del 147 precisaron a Rosarioplus.com que “suelen recibirse decenas de llamados semanales de vecinos de diversas zonas sobre supuestas picadas" pero, si bien molestas para vecinos, terminan siendo en realidad este tipo de reuniones de fanáticos de los fierros. Ocurrió en su momento, y se desarticuló, en avenida Colombres. También en la zona de Costa Alta y en Oroño y Lamadrid. En todos estos puntos, hay agentes de tránsito frecuentes.

Sobre estas concentraciones de autos y motos, Adda precisó que “se convocan desde las redes sociales, y esto es detectado por la Secretaría, que arma un operativo preventivo, no para evitar que se reúnan, sino que se desmadre con el alcohol y las velocidades”.  Es que aunque no corran picadas peligrosas, los participantes de concentraciones pueden tener actitudes de conducción peligrosa, como manejo contramano o sobre veredas y canteros. En la mayoría de los casos, en los operativos se terminan enviando autos y motos al corralón porque no suelen tener casco o papeles reglamentarios, “pero en ningún caso practican carreras a altas velocidades”, explicaron voceros de la Secretaría de Control. Por lo menos fueron 500 vehículos remitidos al corralón desde 2013 en el marco de estas "juntadas".