Caso Belsunce: tras su absolución, Carrascosa reclamó una reparación económica
El marido de María Marta García Belsunce reclamó una reparación al Estado Argentino a través de la CIDH por los siete años y medio que estuvo preso y los 18 del proceso judicial.
El viudo Carlos Carrascosa le recordó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que quedó absuelto de manera definitiva del homicidio de su esposa María Marta García Belsunce y le reclamó que condene al Estado argentino con una “adecuada reparación económica”, por los siete años y medio que estuvo preso y los 18 de un proceso al que calificó como “infamante” y que le vulneró su “proyecto de vida”.
El escrito –al que tuvo acceso Télam- fue presentado por su abogado, Fernando Díaz Cantón, ante el mencionado organismo internacional al que Carrascosa (76) ya había recurrido en 2010 cuando aún se encontraba detenido por el caso.
“Vengo por el presente a hacer saber que, el 10 de diciembre de 2020, el Poder Judicial de la Nación Argentina, mediante la decisión de su Corte Suprema, ha dejado firme la absolución de mi representado. Ello, recordemos, tras soportar más de dieciocho años de proceso en los cuales las autoridades del Estado demandado lo tuvieron como principal acusado del asesinato de su esposa en el año 2002”, señala el abogado al inicio de su presentación.
“El solo hecho de haber estado injustamente privado de su libertad por más de siete años y sometido a un proceso infamante (una verdadera pena de proceso) por un crimen aberrante ha ocasionado a Carrascosa, como dijimos, un daño físico, moral y económico inconmensurable e implica de por sí una violación severa a su derecho a la presunción de inocencia y a la libertad personal”, agrega.
Para el abogado, “todo ello debe ser reparado por el Estado argentino y no se subsana con la absolución que quedó firme”.
“La injusta detención que debió soportar Carrascosa fue producto de la violación de sus garantías judiciales a contar un proceso público, de la interpretación perversa del derecho de impugnación del fallo condenatorio ante juez o tribunal superior y, por último, fue también producto de la actuación de un Fiscal y Tribunal que no fueron independientes e imparciales”, señaló el abogado al referirse al fiscal Diego Molina Pico y a los jueces que condenaron en su momento al viudo.
También aseguró que Carrascosa soportó que en los medios de comunicación se lo comparara con “el mafioso Vito Corleone” y “se lo presentó durante más de una década, como el asesino de su esposa” y como “un ser frío y despiadado”.
“El Estado argentino, con su accionar ilícito merecedor de responsabilidad internacional, ha vulnerado el proyecto de vida que tenía Carrascosa”, dijo Díaz Cantón y al referirse a jurisprudencia, mencionó entre otros casos, el de Walter Bulacio, el joven que murió en 1991 luego de sufrir una paliza policial al ser detenido en un recital del grupo Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota en el estadio de Obras Sanitarias en el barrio porteño de Núñez.
Si bien reconoce que “ahora Carrascosa ha sido absuelto y la Justicia se encamina a enjuiciar a otros imputados” –el exvecino Nicolás Pachelo y dos exvigiladores-, Díaz Cantón afirma que “nadie podrá devolverle el sufrimiento y dolor” que se le ha ocasionado.
Al momento de enumerar “los daños a reparar a Carrascosa” por la violación de sus derechos, el letrado menciona los ítems “materiales (daño emergente, lucro cesante, daño al patrimonio familiar y reintegro de costas y gastos) y los inmateriales (los correspondientes a la esfera moral, psicológica, física, al proyecto de vida mencionado)”.
La socióloga García Belsunce (50) fue hallada muerta el 27 de octubre de 2002 en su chalet del country Carmel de Pilar, con su cuerpo semisumergido en la bañera y su marido Carrascosa declaró siempre que él pensó que había sufrido un "accidente" y se había golpeado la cabeza contra una viga del techo y las canillas.
La autopsia practicada a 36 días del hecho comprobó que había sido asesinada de seis balazos en el cráneo, cinco de los cuales penetraron en el cráneo y el sexto -"el pituto"- le rebotó, con un arma calibre .32 largo que nunca apareció.
Los vaivenes judiciales de Carrascosa a lo largo de los 18 años de la causa fueron de un extremo al otro: en el juicio de 2007 lo condenaron por encubrimiento y en 2009 el Tribunal de Casación lo condenó a prisión perpetua por el homicidio y lo envió a la cárcel.
Tras varios años de apelaciones, la defensa de Carrascosa, logró que en 2014 la Corte nacional ordenara una revisión integral de la causa y ese fue el puntapié inicial para que en diciembre de 2016 un nuevo fallo de la Casación bonaerense, detectara graves irregularidades en la investigación del fiscal Molina Pico, anulara la condena a prisión perpetua y absolviera al excorredor de bolsa, fallo que quedó confirmado de manera definitiva el 10 de diciembre del año pasado por la Corte Suprema de la Nación.