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Familiares y allegados al joven Franco Casco, desaparecido y muerto en Rosario, se movilizarán este miércoles desde la Comisaría Séptima hasta los Tribunales Federales, donde la semana pasada fueron indagados 27 policías presuntamente implicados en el hecho. Marcharán con velas y reclamarán procesamiento y prisión para los imputados.

Entre el 4 y el 8 de septiembre declararon los agentes que ocuparon cargos en las guardias de los días 6 y 7 de octubre en la Séptima, donde Casco habría pasado sus últimas horas, y agentes de la Dirección Provincial de Asuntos Internos, de quienes se sospecha que participaron del encubrimiento de los hechos ocurridos en ese recinto. El jueves, vence el plazo para que el Juzgado Federal 3 decida el procesamiento de los imputados.

“Decidimos concentrar en la esquina de la Comisaría Séptima, en barrio Luis Agote, porque fue circulando por esas calles que Franco Casco fue detenido arbitrariamente antes de ser encerrado y sometido a torturas y golpes hasta la muerte, para que luego su cuerpo sin vida fuera arrojado al río Paraná”, comunicaron desde la Multisectorial que convoca a reunirse en la esquina de Catamarca y Cafferata desde las 17.

En días en que la Policía de Santa Fe vuelve a ser cuestionada a partir de diferentes casos que tomaron estado público, quienes reclaman justicia por Caso remarcaron que esa desaparición forzada seguida de muerta es un ejemplo “emblemático para nuestra ciudad” si del mal manejo policial se trata. “Con la organización y movilización popular visibilizamos y denunciamos estos hechos para ponerle un fin a la violencia institucional y la legitimación estatal y social que no cuestiona la ilegalidad del accionar policial”, concluyeron.

Los detenidos están imputados por la desaparición forzada seguida de muerte de Casco, un chico de Florencio Varela que fue a Rosario en septiembre de 2014 a visitar familiares y nunca regresó a su hogar. De acuerdo a la investigación del fiscal federal Marcelo Degiovanni, el joven fue privado ilegalmente de la libertad el 6 de octubre en la cuestionada seccional de Rosario luego de despedirse de sus parientes para regresar en tren a la estación porteña de Retiro.

El fiscal considera probado que Casco fue golpeado durante horas en un calabozo para detenidos transitorios de la comisaría hasta matarlo. Entre los detenidos se encuentra una médica policial, María Zelaya, que afirmó haber revisado a Casco en la seccional pero sus dichos quedaron en duda al constatarse que esa noche firmó cuatro revisiones de arrestados en diferentes comisarías en sólo 45 minutos, confiaron fuentes del caso. También quedaron involucrados en la causa un médico y dos odontólogos del Instituto Médico Legal de Rosario (IML).