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La investigación del crimen de Marcos Guenchul tiene novedades respecto del presunto plan criminal que en apariencia buscó coaccionarlo, pero que terminó con la vida del joven personal trainer. La detención en las últimas horas de su ex pareja, Priscila D., empieza a cerrar esta hipótesis, y a colocarla como partícipe junto a su novio en el momento del crimen, Caio Soso, y un tirador, ambos con prisión preventiva.

El entrenador asesinado en Sucre y Mendoza mantenía un vínculo tenso con su ex pareja, puntualmente por la hija que tenían en común. Según la familia de la víctima, la joven de 32 años no le permitía ver a la niña, lo que motivaba discusiones y el mal vínculo entre ambos.

Esa sería en principio la motivación que impulsó a Soso para emprender un viaje a Villa Gobernador Gálvez donde recogió a Maximiliano Panero y con éste fueron en busca de Guenchul a la salida del gimnasio donde trabajaba.

Según reconoció el fiscal de Homicidios Dolosos, Adrián Spelta, Panero bajó del vehículo conducido por Soso y redujo a Guenchul para “coaccionarlo para que deje de presionar” a la joven detenida este jueves. La secuencia terminó con el entrenador muerto por dos balazos.  

“Tenemos que no fueron a matarlo. Buscaban intimidarlo para que deje de presionar judicialmente. Recordemos que Guenchul quería tener visitas con su hija y su ex pareja se oponía", reveló Spelta.

La detenida permanece alojada en su domicilio particular, en barrio Acindar, con custodia, dado que fue madre hace pocos días. La audiencia imputativa se realizará este jueves en el Centro de Justicia Penal donde se darán los detalles del rol asignado.