Doble femicidio: morir por una deuda y por estar en el lugar equivocado
Una de las víctimas tenía una deuda con el presunto matador, detenido este martes. Fue asesinada delante de sus cuatro hijos, en la modesta vivienda que compartían en Nuevo Alberdi. En la casa también estaba viviendo Magalí, distanciada de su pareja en esas horas.
Magalí Paiz tenía 19 años y había pasado la noche en la casa de Carla Cabaña, de 30, en una zona muy castigada de Nuevo Alberdi. Estaba alojada provisoriamente ahí, a la vuelta de donde vivía con sus suegros, por un problema con su pareja. A las 6 de la mañana del viernes 16, alguien dentro de ese domicilio les disparó un tiro en la cabeza a cada una y las mató. Este miércoles la policía arrestó a un hombre cerca de allí y en pocas horas será imputado como presunto autor del doble femicidio, gracias a una investigación que está llevando adelante el fiscal Patricio Saldutti. El acusado es Jorge P., detenido en la tarde de ayer en Baigorria al 3300, luego de una pesquisa en la que aparecieron varios actores vinculados al narcotráfico y otros delitos violentos en Rosario, como Claudio "Morocho" Mansilla o el "Peruano" Granthon.
De la pelea de pareja al contexto narco
Apenas una hora después de los crímenes y apenas amanecía en calle Luzarriaga al 2400, ya habían llegado al lugar los primeros móviles periodísticos. En la escena del crimen –el único ambiente de una modestísima casita todavía a medio construir– los peritos forenses trabajaban en derredor de los cadáveres de ambas mujeres. Allí, los vecinos de la cuadra contaban cómo se habían escuchado los disparos, sin mucha información del trasfondo. Alguien entonces sugirió una posible vinculación con el narcomenudeo en el entorno de la dueña de casa, pero nada más hasta entonces.
En esas primeras versiones que se podían tejer hablando con gente del barrio, se contó que Magalí colaboraba con uno de los comedores comunitarios de la zona y se dijo que una pelea previa con su novio podía llegar a ser la explicación de los hechos. Pero unos días después empezó a aparecer el contexto narco a la hora de definir el móvil del doble femicidio de Nuevo Alberdi Oeste.
Carla, una de las dos mujeres asesinadas, era pareja de Gastón Coronel. "Él es primo de uno de los organizadores del narcomenudeo en la zona, Lichi Romero. Y hoy está detenido, pero antes de caer le vendía al Peruano", explicó a Rosario Plus uno de los responsables de la pesquisa que dio con el presunto autor del doble femicidio.
El comentario alude a Julio Rodríguez Granthon, el aviador nacido en Perú que al llegar a Rosario se convirtió en uno de los peces gordos del mundo narco luego de trabajar relación con "Los Monos", la banda que históricamente lideró la familia Cantero.
Hoy Granthon está detenido en Ezeiza y su nombre reapareció en el último tiempo por la sospecha de la Justicia federal de que podría haber estado diseñando un plan para atacar edificios públicos. Además, el fiscal Matías Edery lo tiene investigado por el crimen del ex concejal de Ciudad Futura, Eduardo Trasante. Es conocido también por sus métodos sanguinarios.
La hipótesis de los investigadores es que una vez que Coronel –pareja de una de las víctimas– cayó preso, su novia Carla empezó a vender por él y que en poco tiempo generó una deuda con sus proveedores. En este marco, habría inclusive un testimonio que reveló detalles del doble femicidio que dio cuenta de que antes de ejecutar los disparos, el asesino nombró el dinero que la víctima debía.
Quien resultó detenido este miércoles, Jorge P., es marido de Marisol Romero, la tía de Gastón Coronel e integrante del denominado Clan Romero. Varios de los integrantes de esa familia están detenidos y uno de ellos irá a juicio también acusado por el fiscal Saldutti por un homicidio resonante de abril de 2020, comandado por Lichi Romero con una videollamada desde la cárcel de Piñero.
La referencia al "Morocho" Mansilla
El parte policial de la detención de "Jorgito" nombró a Claudio "Morocho" Mansilla, el más célebre y peligroso de los presos que se fugaron hace un año de la cárcel de Piñero, recapturado hace pocas semanas en Zona Cero con armas y drogas en su poder. Cuando cayó, se supo que mientras había estado prófugo había gestionado búnkeres y se sospecha que también había diseñado acciones de sicariato y extorsiones.
Según pudo reconstruir Rosario Plus, uno de los lugares que oportunamente se allanó para dar con Mansilla, fue el domicilio donde se dieron los crímenes de la semana pasada. Se llegó hasta la calle Luzarriaga con el dato de que el prófugo podría estar escondido allí. Ese día en la casa de Carla no estaba el "Morocho", pero sí estaba Magalí con su novio, de nombre Joel pero conocido como "Facundo" por los investigadores. Ambos fingieron ese día ser niñeros de los chicos de Carla, que tiene cuatro hijos.
Los menores además presenciaron el hecho, porque estaban en la casa al momento de los disparos. Ahora están bajo cuidado de su abuelas, con intervención de un equipo interdisciplinario del MPA y de la la Secretaria de Género y Derechos Humanos de la provincia.
La hipótesis es que "Magui" y "Facundo" consumían y le compraban a Carla, actuando en los hechos como "soldaditos" suyos. Cuando se ingresó al humilde hogar de calle Luzarriaga tras el doble asesinato, había varias pipas para fumar cocaína cortada con bicarbonato.
Y como está dicho, el día del doble femicidio se había mencionado al novio de Magalí como posible autor de los crímenes, pero ahora se lo despega ya que la hipótesis apunta a una deuda por la venta de droga. Carla habría muerto por ese reclamo en modo sicario y Magalí por estar en el lugar.