Dos asesinatos en una noche y ningún testigo visible
Dos jóvenes de 23 años fueron asesinados a balazos durante la noche de este jueves en los barrios Ludueña y Antártida Argentina de Rosario, víctimas fatales que se suman al crimen del hombre de 41 años en Felipe Moré y cortada Carrasco en la tarde del jueves.
Uno de los crímenes sucedió cerca de la medianoche en Pasaje 1631 (Ugarte) al 869, de barrio Antártida Argentina, a dos cuadras del estadio mundialista de hockey Luciana Aymar. Tras un llamado que alertó sobre varias detonaciones, hallaron muerto en la vivienda a Juan Grueso Hernández, de 23 años y de nacionalidad colombiana. Hasta el lugar llegó una unidad del servicio sanitario Sies pero nada se pudo hacer pese a trasladarlo al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca). Habían pasado diez minutos de las once de la noche cuando los médicos y policías hallaron a Hernández malherido en el vientre. El o los asesinos habían roto el portón de ingreso a la casa.
Los investigadores casi que descartan que el motivo del asesinato haya sido el robo. En la vivienda estaban la moto y el teléfono de la víctima. Hernández estaba al cuidado de esa vivienda, puesto que sus dueños están de viaje.
El otro crimen se produjo en la zona de Humberto Primo y Camilo Aldao, del barrio Ludueña. Mario Andrés Barbosa, de 23 años y sin antecedentes penales, murió acribillado a tiros en circunstancias que no se determinaron.
En esta ocasión vecinos dieron aviso al 911 hacia las doce de la noche del jueves. Una vez que se hizo presente un móvil policial, se esperó la llegada de la ambulancia. Sin embargo, ante la tardanza de la unidad de salud, fueron los propios vecinos que decidieron llevar al joven herido hasta el Heca. Los médicos que lo recibieron constataron que había llegado sin vida.
Barbosa apareció tirado sobre la calle, con dos impactos en la espalda y orificio de salida por el pecho. La PDI encontró tres vainas servidas de calibre 9 milímetros.
La investigación de ambos asesinatos está en manos de la fiscal Georgina Pairola, cuya principal dificultad es que en ningún caso logró dar con testigos presenciales.