Dos hombres fallecieron tras ser atacados a tiros en barrio Ludueña
El hecho ocurrió en la zona de Velez Sarsfield al 5500 durante la tarde. Una de las víctimas era un policía que fue pasado a disponibilidad. Su padre y su hermano fueron asesinados en 2014 y 2019
Este sábado por la tarde dos hombres fueron atacados a tiros en la zona de Velez Sarsfield al 5500, en barrio Ludueña. Ambos fueron trasladados a distintos efectores de salud pero terminaron falleciendo.
Se trata de Sebastián Ibarra de 37 años e Iván Ferreto de 23, y según las primeras informaciones, el primero de ellos era un policía que había sido pasado a disponibilidad.
Su padre, Mario Ibarra, y su hermano, Cristian Ibarra, también eran efectivos policiales, y fueron ejecutados en 2014 y 2019. En ninguno de los casos los ataques se dieron mientras se encontraban en servicio.
El doble homicidio en barrio Ludueña ocurrió cerca de las 14, cuando un vehículo y una moto pasaron por el lugar y efectuaron una serie de disparos que impactaron contra las dos víctimas fatales.
El más joven de ellos fue derivado al Hospital Centenario, mientras que la otra víctima fue trasladada al Hospital Carrasco.
Ambos fallecieron entre las 15 y las 16, poco después del ataque, producto de los impactos de bala.
En la escena del crimen se recogieron ocho vainas servidas que fueron enviadas a peritar. Investiga el hecho el fiscal de Homicidios Patricio Saldutti.
El mismo destino
Sebastián Ibarra, una de las dos víctimas de esta tarde, identificadas como un policía pasado a disponibilidad, era hermano de Cristian Ibarra, quien también se desempeñaba como policía y fue asesinado el 22 de julio de 2019 luego de recibir seis disparos.
Por ese hecho fue condenado Ariel Maximiliano Cantero, apodado "Chanchón", hijo de Ariel "El Viejo" Cantero y se vinculó al episodio con una disputa narco.
Cristian Ibarra fue ejecutado en el interior de su auto, que quedó con las puertas abiertas y apagado en Larralde y Dean Funes, frente a la escuela Victoriano Montes. Tenía al menos seis impactos en el cráneo y no tenía heridas en otras partes del cuerpo.
Por su parte, Mario Ibarra, padre de Sebastián y Cristian, también era policía y se desempeñaba como oficial en la Comisaría 12. Fue asesinado en febrero de 2014 mientras trabajaba como remisero en la zona del casino City Center y nunca se identificó a los agresores.