El policía asesinado era un testigo protegido
Lo reveló el Ministerio de Seguridad. Creen que a Pablo Cejas lo asesinaron por "una cuestión personal" y no por las denuncias que hizo sobre corrupción de autoridades con narcotraficantes
El suboficial Pablo Cejas, asesinado este lunes a medianoche en la ciudad de Santa Fe, estaba amparado por el Programa de Protección a Testigos del gobierno provincial, situación que no lo salvó de morir acribillado con 19 impactos de bala. En el Ministerio de Seguridad temen que el policía haya estado con su pistola reglamentaria al momento del crimen. En cuanto al móvil del homicida, las autoridades tienden a especular con que habría sido "una cuestión personal" de la víctima y no algo relacionado con las denuncias realizadas hace dos años sobre presunta complicidad de políticos y policías con narcotraficantes.
El ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, y su secretario de Investigación Criminal y Policías Especiales, Rolando Galfrascoli, brindaron este martes una conferencia de prensa en la capital provincial y expresaron "conmoción por un hecho de estas características", tras lo cual señalaron: "Vamos a seguir adelante con la investigación en función de lo que instruya el fiscal de la causa para dar con los responsables y los hechos que pudieron llevar a la muerte" del suboficial.
La investigación corre por cuenta del fiscal Jorge Nessier.
Galfrascoli distinguió dos escenarios del crimen por esclarecer: el lugar donde Cejas fue ultimado y el lugar adonde apareció su cadáver fusilado, en plena calle de Neuquén al 6400, del barrio Yapeyú, extremo noroeste santafesino. El cuerpo, reveló el funcionario, tenía 19 orificios de bala por todo el cuerpo, pero supeditó establecer la cantidad de disparos una vez que la autopsia determine cuales orificios son de entrada o de salida de proyectil, o dobles. "De todos modos, ha sido una situación de violencia extrema", dijo.
Galfrascoli amplió que cuando se produjo el crimen de Cejas “él no se encontraba en tareas, sino que estaba con sus cosas sociales habituales”.
Desde el año pasado, Pablo Cejas estaba en el Programa de Protección de Testigos que se lleva adelante desde el Gobierno de Santa Fe.
El subsecretario de Investigación explicó que tenía “un dispositivo que se conoce como guardia de atención pasiva. A las 21 horas se hizo la última comunicación telefónica como era habitual en la guardia pasiva dispuesta por Protección de Testigos, y Cejas reportó que estaba todo normal, que no había ningún tipo de novedades que impliquen algún cambio en su tranquilidad”.
Al preguntársele si el suboficial era objeto de amenazas, Galfrascoli indicó que “el servicio de Protección de Testigos con la guardia pasiva tenía entrevistas personales (con Cejas) donde se evacuaban estas cuestiones relativas a si se sentía bien, si estaba tranquilo, si había notado un cambio o algo raro, si era perseguido o tenía amenazas, llamadas o alguna situación intimidante. En la entrevista personal y el llamado antes de la ultimación de Cejas él no reportó ninguna situación extraña”.
Cejas ya estaba en actividad. "Había vuelto a recuperar sus capacidades laborales plenas a partir de una acción que encaró él en defensa de sus derechos laborales, presentando un informe psicológico de un médico privado. Cejas había obtenido en marzo de este año una revisión de su situación de disponibilidad y carpeta médica de la Jefatura de Policía de provincia”, señaló Galfrascoli. Ahora estaba asignado en funciones al D3, el Departamento de Operaciones de la Policía, en tareas que no requerían contacto con la calle.
Este lunes, Rosarioplus.com publicó la existencia de 700 policías en situación de disponibilidad, tal como lo estuvo Cejas.
Ahora buscan el arma reglamentaria del suboficial que habría tenido al morir. "Al estar habilitado en sus plenas facultades laborales tiene no sólo el derecho sino la obligación de portar el arma porque el estado policial lo percibe 24 horas, con lo cual es muy probable que Cejas haya estado con su arma reglamentaria. Es una de las cosas que se está buscando y que va a ser objeto de prueba”, observó el titular de Investigación Criminal.
Cejas vivía lejos de donde apareció su cadáver. Al respecto, Galfrascoli dijo: "Creemos saber que estaba haciendo en esa zona, pero es materia del legajo y va a ser comunicado seguramente por el doctor Nessier”. Y amplió: “creemos que una situación personal” fue lo que lo condujo a esa parte de la ciudad.
Desde el Ministerio de Seguridad indicaron que no hay por el momento personas detenidas ni identificadas por el crimen.
“A partir de los primeros elementos investigativos -añadió el funcionario- resulta que puede tratarse de una cuestión personal, de enojo, de alguna discusión, de alguna bronca, alguna situación de último momento, ni siquiera de arrastre”.
Al ser consultado sobre si las denuncias que Cejas ha realizado años anteriores por supuesta connivencia entre política, policía y delincuentes, Galfrascoli dijo que “tanto las que se investigaron en la anterior gestión como en la actual por orden de los dos ministros que intervinieron y del Ministerio Público de la Acusación no arrojaron ningún tipo de resultado anterior ni actual que nos indique que esta situación que ha vivido ha tenido que ver con las denuncias”.